¿Por qué ha perdido un solvente Rajoy frente a un vacuo ZP?

¿Por qué ha perdido un solvente Rajoy frente a un vacuo ZP?

Juan Cruz Osta(PD).- Las carnes del Partido Popular se han abierto en canal. Tras el amargo 9 de marzo, Mariano Rajoy está en el centro de la polémica. ¿Debe continuar el presidente del PP al frente de la oposición o debe dejar paso a una nueva directiva? Para unos el problema ha sido que ZP ha acumulado un voto extremo y que es inestable. Además, le vienen mal dadas. Para otros, Rajoy no ha sabido seducir al electorado y tiene que hacer las maletas. Pero, ¿por qué perdió el Partido Popular las elecciones?

Mariano Rajoy mismo había conseguido ilusionar a la base de su partido. «Sé que vamos a ganar». «La única encuesta que vale, la de las municipales, la ganamos. Vamos a ganar este domingo». Se equivocó y muchos simpatizantes se equivocaron con él. La decepción interna ha sido tremanda.

Han sido cuatro años muy convulsos, donde Zapatero ha metido el pico en temas de gran calado para la estabilidad de España. Gran parte de la ciudadanía lleva toda la legislatura echándose las manos a la cabeza. Esto ha servido para afianzar a sus votantes y conseguir alguno nuevo, pero no para desalojar al presidente socialista de La Moncloa.

VOTO ANTIESPAÑOL

Mientras Zapatero abría el melón nacional, -aprobándose un Estatuto de Autonomía, incluso, que reconoce a una región de España como nación- el Partido Popular arremetía contra el Gobierno y le tildaba de antiespañolista. Esto le ha costado caro a Rajoy, si se tiene en cuenta que el PSOE se ha comido a Izquierda Unida y el PSC a ERC.

EL CASO DE CATALUÑA

Cataluña y País Vasco han sido claves para la victoria socialista. Las dos Comunidades Autónomas donde el giro nacionalista del Partido Socialista ha sido más evidente, han votado por Zapatero. Espectacular el resultado en Cataluña. En el País Vasco, por primera vez este partido adelanta al PNV en las tres provincias vascas.

Daniel Sisera ha conseguido levantar un poco el vuelo. Pero poco. En los pocos meses que lleva al frente del Partido Popular, Sirera se ha llevado dos diputados más de los que tenía anteriormente, haciéndose con 8 escaños. Eso representa poco más de un 16% de los votos. Insoportable carga para un partido que aspira a hacerse con La Moncloa.

Han sido, nada más y nada menos, que 18 diputados de diferencia entre el PPC y el PSC. Esto deja a Daniel Sirera en una mala situación. Algunos dentro del partido justifican los resultados achacando la responsabilidad a Josep Piqué. «Dani lleva siete meses y ha conseguido dos escaños más, o incluso tres. No está mal. En Cataluña estábamos al borde de la extinción».

EL 11-M YA PASÓ

Lo cierto es que los magníficos resultados del PP, pese a la derrota, y la mayoría simple, también con un abultado número de votos, del PSOE, no reflejaban la realidad. La sensación en ambos partidos era que estaba en juego algo más que esta legislatura: Zapatero buscaba el respaldo a sus arriesgadas políticas llevadas a cabo estos cuatro años y, además, la certificación de que él era algo más que un presidente por accidente. Rajoy planteaba a los electores una moción de censura a toda esta política.

El Partido Popular quedó noqueado tras los atentados del 11 de marzo. Tras ser desalojado del poder de una manera harto anómala, la base consideraba injusta la derrota. Mientras, los dirigentes, no terminaban de creerse que ya no ocupaban la bancada azul del Congreso de los Diputados. El PP concedió a Zapatero no 100 días de gracia, sino más de dos años.

IMAGEN Y COMUNICACIÓN

También es necesario incidir en dos puntos claves que le han podido suponer una merma importante. Cuando los analistas coinciden en las dotes oratorias del presidente de los populares, es difícil explicarse por qué es Zapatero el que consigue llegar al electorado mientras el mensaje de Rajoy termina siendo oscuro y farragoso.

Fundamental es la clara desventaja del Partido Popular en cuanto a medios de comunicación. Sobre todo en la televisión. Después del debate, y pese a que para la mayoría de encuestas Rajoy perdió en ambos, la sensación es que la ciudadanía había dejado de percibir a una persona sin garra y con falta de iniciativa.

Sobre imagen, fue en el último tramo de la campaña cuando los asesores se dieron cuenta de que la gente percibía a Rajoy como un estadista frío, que escondía sus sentimientos. Además de planearle el «con cabeza y corazón», presentaron a un candidato familiar, que comparte aficiones con sus hijos, que tiene una vida tranquila con su mujer… Significativo fue el hecho del abrazo que Viri y Rajoy se propinaron después de conocerse los resultados. Esa simple imagen hizo percibir en parte de la ciudadanía una persona más cálida.

No obstante, 400.000 personas más que en las elecciones anteriores se decantaron por Mariano Rajoy. Suponiendo que el ala más derechista es fiel, estos nuevos sufragios los habría recogido del centro, de una clase media desencantada con Zapatero y harta de sus mensaje vacuos.

Pero ahora comienza la travesía del desierto del Partido Popular, y especialmente de Mariano Rajoy.

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