(PD).- El Tribunal Constitucional ha blindado a su presidenta, María Emilia Casas, apartando a dos magistrados tal y como reclamó el Gobierno. Zapatero logra así su primera victoria postelectoral, tres días después de renovar su mayoría parlamentaria, con la recusación de dos magistrados del denominado «bloque conservador», Jorge Rodríguez-Zapata y Roberto García-Calvo. Vía libre para anular los recursos planteados por el PP.
Queda así el camino libre para la confirmación de la ley que reformó en 2007 las reglas de funcionamiento de la presidencia del TC. Dicha reforma, en la práctica, garantiza la continuidad de la actual presidenta de este Tribunal hasta el final de su mandato como magistrada.
No cabe duda de que la intención del Gobierno al extender indefinidamente el mandato de la presidencia era garantizarse el voto de calidad de su titular en caso de empate a la hora juzgar los asuntos de su interés.
El PSOE lleva al extremo así la politización de la justicia lo que supone la muerte de su función que es el último controlador del Estado de Derecho.
