(PD).- La mujer de Jordi Pujol, Marta Ferrusola, no concreta si le gusta o no que un andaluz se siente en el trono del Ejecutivo catalán, pero sí dice con rotundidad, en una entrevista a la publicación de radio Teletaxi, que le molesta, y «mucho», que Montilla se llame José.
El entrevistador le pregunta: «¿Le molesta que el presidente de la Generalitat sea andaluz?».
«Un andaluz que tiene un nombre en castellano, sí, mucho».
Y Ferrusola no se ha detiene aquí en su ataque a Montilla, quien, según la esposa de Pujol, al menos debería llamarse Josep, y ha concluido:
«Además, pienso que debe hablar bien el catalán».
Ninguna crítica respecto a las líneas políticas del Gobierno tripartito que dirige Montilla, únicamente en lo que atañe a inmigración: «Tenemos un Gobierno que no tiene política de inmigración, ni de integración de los inmigrantes. Lo que veo es que es algo muy grave. Esta inmigración es muy diferente a la de hace unos años».
Todo son alabanzas para el sucesor de su marido y presidente de CiU, Artur Mas, pero cuando se trata de Duran Lleida el tono laudatorio disminuye. A la pregunta de cuál es su disposición a la hora de «vender» al líder democristiano, ella contesta «Si debo hacerlo, lo hago».