(PD).- El líder del socialismo madrileño, una apuesta personal de Zapatero para sustituir a Rafael Simancas, hace una peculiar interpretación del batacazo de su partido en la Comunidad.
Afirma Miguel Ángel Orellana en Elsemanaldigital que ha quedado en dos mitades. Así quedó dividida la Comisión Ejecutiva del PSM tras la reunión de más de cuatro horas que mantuvo el lunes para analizar los resultados de las elecciones generales en la Comunidad de Madrid.
En la cita quedaron definidos dos grupos muy semejantes en cuanto a número de miembros: uno, encabezado por el secretario general, Tomás Gómez, que se mostró satisfecho y triunfalista, y otro, más realista, que manifestó su gran preocupación por los resultados de las elecciones.
Pese a la clara derrota, Gómez y los suyos intentaron enarbolar un aumento de 7 puntos al comparar los datos del 9-M con los obtenidos en las autonómicas y municipales del pasado mayo, donde obtuvieron los peores resultados de su historia.
Los más críticos, sin embargo, argumentaron que el resultado de las generales «no se puede comparar» con el de las autonómicas y municipales, y destacaron que, respecto a 2004, los socialistas han pasado de 0,8 puntos de diferencia con el Partido Popular a estar ahora diez puntos por debajo.
En su opinión, el excelente resultado obtenido por el PP con una alta participación electoral (cerca del 81%) supone un serio motivo de reflexión para el PSM, por lo que pidieron un «debate con la militancia».
El optimismo de Tomás Gómez, que muchos ven como un líder impuesto que no cuenta con el apoyo de todas las familias socialistas, no sólo no sirvió para calmar los ánimos en el seno del PSM, como pretendió, sino que añadió más leña a un fuego ya de por sí suficientemente avivado.
Algunos, según ha podido constatar Elsemanaldigital.com en fuentes solventes, han puesto de manifiesto la equivocada política de comunicación del partido y se han quejado de que el mensaje de izquierdas no está logrando cuajar en la Comunidad de Madrid.
En este sentido, advierten de que lo único que lograron colar en los medios informativos durante la pasada campaña electoral fue el improvisado mitin en Parla de Gómez desde un vehículo de policía municipal tras un desalojo por una falsa amenaza de bomba.
«La realidad es que los madrileños en su conjunto han apoyado mayoritariamente al PP. Hemos bajado más de 3 puntos y precisamente en Parla, donde Gómez es alcalde, hemos obtenido uno de los peores resultados», comentan las mismas fuentes.
En el camino, Tomás Gómez –apuesta personal de José Luis Rodríguez Zapatero para escenificar una supuesta renovación- y su partido se han dejado otras localidades como Alcalá de Henares, Alcorcón o Móstoles, todas ellas socialistas hace cuatro años.
Pero, pese a la clara derrota, Gómez mantiene su enrocamiento en la posición de que los resultados del 9-M son magníficos comparados con los del 27-M de 2007.
Los poderes fácticos del partido en Madrid ya están moviendo ficha. Y exigen que se haga una verdadera reflexión para recuperar al votante en la región. Y ese análisis puede acabar pasando por el futuro del propio Tomás Gómez.
«Los resultados del domingo fueron claros: el secretario general del PSM queda invalidado mientras siga mirando a la luna», inciden las mismas fuentes. Al final, y a este paso, Gómez puede verse contra la espada y la pared. Los navajazos pueden acabar con su candidatura de cara a 2011.
«Esperemos que, para entonces, haya hecho una autocrítica», sentencian esas fuentes. Las aguas de la mítica ex-FSM siempre discurren turbias.
