¿Están Teófila, Pizarro o Costa en «el valle de los caídos» del PP?

(PD).- El sentido del humor de los populares ha hallado la forma de expresar los ataques de contrariedad sufridos con la lista de damnificados por Rajoy. Hay ya escaños declarados proscritos.

«Eso de la renovación del partido suena muy bien pero se pone todo perdido de sangre. Es lo que tiene», revela Elsemanaldigital que le confíó, hace días, un veterano diputado del PP.

En general, con la reformas hay que andar con cuidado porque uno empieza cambiando los electrodomésticos de la cocina y termina tirando tabiques abajo.

El desescombro del centro-derecha ya se ha llevado por delante al otrora portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, pero en estos tiempos de mudanza el presidente del PP, Mariano Rajoy, parece haberse dejado olvidados en el contenedor hechos añicos a algunos de sus fichajes estrella, como el otrora presidente de Endesa, Manuel Pizarro, el ex responsable del programa electoral, Juan Costa, o la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. Pese a su relumbrón antes del 9-M, todo apunta a que han pasado a ser como jarrones chinos del «Todo a un euro» en la decoración de la casa popular.

Es comprensible, por tanto, que el arranque de las obras bajo la dirección del «capataz» Rajoy haya provocado desasosiegos y convulsiones en el seno del PP. Llegados a ese punto, la única solución de los populares parece ser el dar vía libre al carácter chancero y la afición por las cuchufletas. En el seno del Grupo Parlamentario Popular el chiste se empezó a contar al día siguiente de la vuelta al tajo con la primera jornada del debate de investidura del candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero.

Así, dado que antiguos portavoces y protagonistas de postín durante de la campaña se han visto desplazados de la bancada del principal partido de la oposición a los escaños que lindan con un pasillo central y se han ido colocando de seguido en la quinta, cuarta y tercera fila, no con poca perversidad han sido apodados como «el valle de los caídos». Nombrar esa pendiente a los populares es como mentarles el Chiki-Chiki. La humorada circula por el hemiciclo a lomos del cabreo sordo de los afectados.

No en vano, en los escaños del citado «valle de los caídos» se acomodan precisamente Zaplana, Costa, Teófila o el propio Pizarro. A ellos, al menos, siempre les quedará el cachondeo en vivo y en directo del curtido Vicente Martínez-Pujalte, que ha empezado a acudir al Congreso con una renovada imagen tras afeitarse el bigote que ha lucido durante las últimas décadas. Su decisión la justificó en la etapa de cambio que vive el PP.

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