(PD).- Alejandro Ballestero pretende organizar a los descontentos con la nueva Dirección en el Congreso para presentar una candidatura alternativa a Rajoy. Cospedal fue la primera que le vio venir.
La Teoría de la generación perdida. Así la ha bautizado su autor, el diputado del PP por Toledo Alejandro Ballestero. Por si Mariano Rajoy no tuviera ya bastantes problemas, el joven parlamentario le está intentando crear otro.
Según ceunta Ana I. Martín en Elsemanaldigital, citando fuentes del Grupo Parlamentario Popular, Ballestero está tratando de revolver el gallinero del PP, enfadado tras las últimas decisiones de su líder: la elección de Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz en el Congreso y de su nuevo y joven equipo en la Dirección del Grupo Parlamentario.
Fundamenta sus argumentos en el hecho de que en el partido exista una generación joven que, por edad, no llegó a pertenecer al llamado Clan de Valladolid que abanderara José María Aznar; pero que tampoco son de la quinta de Sáenz de Santamaría. En este grupo se englobarían diputados como Carlos Floriano, José Ignacio Echániz, Esteban González Pons, Sandra Moneo, Ramón Moreno, Gustavo de Arístegui, Ignacio Cosidó o Juan Manuel Moreno.
A todos ellos les ha sondeado Ballestero, intentando hacerles ver que era necesario un cambio en el partido en el Congreso Nacional de junio. Pero, según las mismas fuentes, ninguno ha querido ponerse de su parte. Es más, al enterarse de que éste estaba incluyendo sus nombres en una supuesta rebelión dentro del Grupo Parlamentario, más de uno le llamó la atención e intentó hacerle entrar en razón.
Ballestero empezó a moverse hace más de dos semanas. Con tan poca discreción que la Dirección del PP se enteró de sus maniobras, con el consiguiente enfado. Máxime cuando Ballestero se hizo con el puesto número dos en la lista del PP al Congreso por Toledo gracias a la intervención directa de Ángel Acebes. Dado que la presidenta de los populares castellano-manchegos, María Dolores de Cospedal, prefería quitársele de en medio por problemático y que ocupara su lugar Agustín Conde, que finalmente se quedó como senador.
Sin fundamento
Varios diputados del PP señalaron a Elsemanaldigital.com que la única intención de Ballestero es «hacer ruido», puesto que piensa que sólo así conseguirá que le den un puesto importante. Pero el único apoyo que recibió de los suyos fue el del parlamentario Rafael Hernando, y sólo temporalmente: A Hernando le molestó que Rajoy le sacara de la Dirección del Grupo Parlamentario, así que en caliente pareció alinearse con los postulados de su compañero. Pero Sáenz de Santamaría le ha devuelto al redil ofreciéndole la Portavocía de una Comisión. Asunto arreglado.
Aunque todos sus compañeros en el Congreso dan por hecho que no tiene nada que hacer, Ballestero no se da por vencido. Sigue intentando sumar apoyos para promover una candidatura alternativa al Congreso de junio, poniéndose en contacto con las direcciones provinciales del PP en varios puntos de España y con gente de Nuevas Generaciones. Su meta: Francisco Camps.
