(PD).- No sabía el secretario general del PP-A en qué lío se estaba metiendo al atacar a la «lideresa». Por su osadía ha salido «trasquilado» con unas declaraciones incendiarias de Güemes.
Populares andaluces y madrileños se han enzarzado en una pelea que, a buen seguro, no acabará con el cruce de dardos envenenados de este viernes. La declaración de guerra vino a cuenta de unas palabras del secretario general del PP de Andalucía, Antonio Sanz. Éste le pidió públicamente a Esperanza Aguirre que «cuanto antes, aclare su posición» de cara al Congreso del PP, de manera que toda la formación pueda centrarse en las «preocupaciones reales de los ciudadanos, que es lo que piensa y desea la militancia».
Sus declaraciones no sentaron nada bien entre los incondicionales de la presidenta madrileña, que se apresuraron a devolverle la jugada a Sanz. Lo hicieron por boca del secretario de Comunicación del PP de Madrid y consejero de Sanidad de la CAM, Juan José Güemes, que no tuvo reparos en recordar a sus colegas andaluces que llevan «treinta años cómodamente instalados en la oposición perdiendo elecciones una y otra vez». Más explícito no pudo ser.
Es por ello que Güemes les animó a «comenzar a trabajar» en vez de preocuparse por si Aguirre va a presentar o no su candidatura al Congreso. El consejero madrileño criticó que, al parecer, el PP-A está dispuesto «a exportar esa filosofía de vida también a la dirección nacional del partido». Güemes se dirigió directamente a Antonio Sanz, «que no ha hecho otra cosa en su vida que perder elecciones».
Y acabó con una advertencia de lo más dolorosa: «Que no traiga esa filosofía de vida a la calle Génova», sede del PP nacional y del PP autonómico. Está visto que los populares madrileños están dispuestos a defender a la lideresa a capa y espada. Y si no que se lo pregunten a Pío García Escudero, que sólo unas horas antes había sido objeto de su ira.
