(PD).-El presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, ha vuelto a denunciar el agravio comparativo del que son víctimas Valencia y Murcia por una «mezquina acción política» de Zapatero: «Intentan llamar al trasvase de agua a Barcelona con cientos de nombres intentando tapar la ruptura con lo que han defendido durante estos años», sentencia.
Todas las miradas estarán puestas hoy en un encuentro de dos barones clave en el PP. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se reúne hoy en la capital con el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, en una “cumbre” entre los gobiernos autonómicos madrileño y valenciano. En el encuentro, fijado ya desde hace semanas, los presidentes abordarán cuestiones relativas al agua, las infraestructuras, la seguridad y la financiación autonómica.
Antes de la cita, Francisco Camps volvió a recordarle al Gobierno en declaraciones a La Razón recogidas por PD que no se dejará amedrentar por los agravios de ZP.
En primer lugar, es la decisión que demuestra un fracaso, el más grande jamás cometido por un Gobierno de España, porque durante cuatro años ha mantenido una política sobre el agua que ha quebrado en el primer minuto de la siguiente Legislatura. En segundo lugar, es un gran engaño, uno detrás de otro. Intentan llamar al trasvase de agua a Barcelona con cientos de nombres intentando tapar la ruptura con lo que han defendido durante estos años.
La solución para Camps pasa por recuperar la totalidad del trasvase del Ebro.
El trasvase a Barcelona es necesario, no sólo los 48 hectómetros cúbicos, sino 180. Hay que hacerlo porque va a tener problemas en el futuro, problemas que solucionaba el PHN. De la misma manera, ha de trasvasarse a la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería. Lo he repetido hasta la saciedad. O lo hace Zapatero o lo hará alguien, porque no es producto del capricho sino del análisis de la situación hídrica del país. La cuenca del Ebro tiene agua para Aragón (por cierto, no ha recibido las inversiones previstas en esta materia en los últimos cuatro años), para Barcelona, para toda la cuenca mediterránea y para los regantes del delta. Se ha demostrado todos estos años con el caudal que ha llevado el Ebro. Desgraciadamente, y por la mezquina acción política de Zapatero, se ha ido perdiendo agua en el mar que no ha aprovechado nadie.
Tampoco eludió el debate sobre la crisis interna del PP y las batalla partidista por la sucesión:
-¿Qué sensaciones tiene cuando se habla de usted como sucesor de Rajoy?
-Ninguna, porque yo creo que el sucesor de Mariano Rajoy es Mariano Rajoy. Y de momento no he escuchado de nadie, al menos hoy por hoy, que haya dicho que se va a presentar como candidato a la presidencia del partido.
-Entonces, ¿no cree en candidaturas como la de Esperanza Aguirre, Ruiz-Gallardón o cualquier otro?
-Yo no hablo de nombres. Sencillamente afirmo que sólo Rajoy se ha presentado públicamente como candidato. Ni he oído ni conozco a nadie que haya reunido un grupo de personas y que haya afirmado: «Voy a presentarme y ésta será mi propuesta».
