(PD).- Los constitucionalistas, y más si han sido víctimas del acosa etarra, siguen sin poder vivir en paz y libertad en el País Vasco. Una situación complicada que diferentes asociaciones cívicas han tratado de paliar. Ahora, los presidentes de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), Maite Pagazaurtundúa, y de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Castro, se han puesto manos a la obra. Las víctimas de los terroristas se merecen las calles.
Pagazaurtundúa y Castro firmaron este viernes un convenio de colaboración entre ambas entidades para dar a conocer «la situación de acoso y persecución de cientos de concejales y el estrés que esto causa en sus familias», con objeto de que las diferentes corporaciones locales apoye a las víctimas de ETA y a sus allegados, según informa ABC.
Entre las medidas previstas en el concierto entre ambas instituciones figura el fomento de la «colocación de placas, esculturas o denominaciones de plazas y jardines» en memoria de las víctimas del terrorismo, en contraposición a la negativa de algunos ayuntamientos a retirar de sus calles los nombres de los verdugos.
Ante las dudas que suelen surgir entre la ciudadanía acerca de la utilidad real de este tipo de iniciativas, Pagazaurtundúa aseguró que sirven para que, a través de la comunicación, «los terroristas no puedan sacar provecho de los malentendidos y desconocimientos entre los agentes institucionales legítimos».
