Rajoy mueve otra ficha y es González Pons

Rajoy mueve otra ficha y es González Pons

(PD).- «And the winner is… ¡Esteban González Pons!». Estaba casi cantado, porque el valenciano es un polemista feroz, un político brillante y tras su encomiable labor durante la última campaña electoral, en la que trajo por la calle de la amargura a la vicepresidenta De la Vega, se perfilaba como hombre fuerte en el PP. Pero faltaba escuchar su nombre ofialmente y ya ha sido pronunciado.

Pons, bloguero durante mucho tiempo en Periodista Digital y entusiasta defensor del software libre, es la primera ficha que mueve Mariano Rajoy, quien por fin desvela cómo será el equipo que llevará al congreso del PP, que se celebrará en Valencia del 20 al 22 de junio.

Y como explica Alberto Caparrós en ABC, ha sido precisamente en la Comunidad Valenciana, concretamente en Gandía -donde participó en un acto de homenaje a los interventores y apoderados electorales- el lugar elegido por Rajoy para ceder tímidamente a la presión de los que, a lo largo de esta semana, le han pedido que desvele el que será su equipo de colaboradores más directo.

A diferencia de hace unos días en Elche, donde empleó una inusual dureza contra los dirigentes más críticos del partido, ayer esbozó un discurso constructivo que, al tiempo, servirá para apaciguar los ánimos de aquellos que aguardan «impacientes» las decisiones claves en relación al futuro del PP.

Como cada vez que pisa tierras valencianas, el líder «popular» se dio un nuevo baño de masas en una provincia donde se batió un registro histórico de votos en las elecciones del pasado 9 de marzo.

Precisamente, el que fue cabeza de lista al Congreso por dicha circunscripción, Esteban González Pons, será uno de los hombres fuertes de la cúpula del partido.

Un reconocimiento a la trayectoria política del dirigente valenciano y a la aportación clave de la formación en esa región.

De esa forma, el presidente del PP comienza a desgranar sus planes, que pasan por una renovación de rostros y mensajes -ya emprendida en el grupo parlamentario- tras la marcha de anteriores referentes como Ángel Acebes o Eduardo Zaplana.

Un destino preferente

Como si de una premonición se tratara, el hombre que derrotó a María Teresa Fernández de la Vega recibió multitud de parabienes mientras esperaba la llegada de Rajoy. Sin embargo, el presidente popular no ofreció pistas concretas sobre el despacho que ocupará González Pons en la sede de Génova, 13.

En todo caso, se da por hecho que figurará en un lugar preferente del nuevo organigrama del partido. Incluso, no se descarta que sea el elegido para ocupar la Secretaría General, aunque otras fuentes apuntan a la novedosa Portavocía del partido.

Rajoy fue más gallego que nunca ayer y no remachó el mensaje, ya que se limitó a decir que tendrá a González Pons «muy cerca durante los próximos años». Pero de esa forma comenzó a desvelar sus cartas apenas cinco días después de que el actual secretario general hiciera pública su retirada de la primera línea a partir del próximo congreso.

Sin argumento para la crítica
Esa decisión provocó que diferentes miembros del PP reclamaran a Rajoy que difundiera los nombres que le acompañarán en la nueva andadura para evitar especulaciones. El paso de ayer -que tendrá continuidad en breve con nuevos anuncios respecto a su equipo de confianza- supone hurtar el argumento de quienes critican una hipotética inacción.

El presidente «popular», que ha optado por marcar los tiempos y dosificar los anuncios con cuentagotas, movió ficha y desveló la primera incógnita respecto a la guardia pretoriana que le rodeará en el día de día de su gestión, con el objetivo claro de acceder a la Moncloa tras las próximas elecciones generales.

El propio Rajoy mostró su «total y absoluta convicción» de que el Partido Popular, que «sabe salir de todo», ganará los futuros comicios. Así, respecto al cónclave que arrancará el 20 de junio en Valencia, se limitó a asegurar que «haremos las cosas bien y estaremos a la altura de las circunstancias».

El bastión valenciano
Previamente, los principales referentes valencianos de la formación habían reiterado el respaldo inequívoco a su candidatura. En un ambiente de euforia, el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, apeló a la «unidad y la disciplina orgánica».

El presidente de la Generalitat justificó la necesidad de contar con una oposición fuerte ante la posibilidad de que la crisis económica provoque que el Gobierno de Zapatero «no aguante ni dos años».

Además, Camps descartó -implícitamente- la opción de que cada compromisario vaya por libre a la hora de tomar decisiones en el congreso. Para ello, argumentó que a lo largo de su trayectoria política se ha dedicado a «sumar sin necesidad de preguntar» a cada uno de los militantes por decisiones concretas.

Por su parte, la alcaldesa de Valencia desde 1991, Rita Barberá, dijo tener la suficiente «autoridad moral» para reclamar a sus compañeros de partido «responsabilidad y unión».

La munícipe admitió que el PP vive «momentos difíciles que no son amables», pero subrayó su «admiración por la libertad de Rajoy» y, con la vista puesta en los ojos de su presidente, espetó que «quiero un líder libre como tú».

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