(PD).-El «círculo de hierro» de Mariano Rajoy se ha blindado detrás del «María somos todos» pero ha lanzado un mensaje nítido para el futuro: si toca, hay que pactar con los nacionalistas. Jorge Moragas ha dicho que «te ves empujado a pactar, a hablar, y eso es saludable» mientras que González Pons ha dicho que «el PP no puede estar donde no esté María» pese a que ya defendió el pacto con los nacionalistas en su día.
Esteban González Pons, del círculo de Rajoy, ha reconocido en Tele 5 que el PP debe estar donde esté María San Gil: «María, con independencia de la posición que mantenga políticamente en una ponencia, es de todos. María es un símbolo, no solo moral, también político, y donde esté María tiene que estar el partido Popular. Muchas veces antes donde esté María tiene que estar el PP que donde esté el PP tiene que estar María».
Otro próximo a Rajoy, Jorge Moragas, ha afirmado en cambio que es positivo llegar a acuerdos con los partidos nacionalistas: «en este complejo país en el que vivimos, tan diverso y plural, te ves por als circunstancias empujado a pactar, a hablar, a acordar. Y eso es saludable, porque es la realidad oca que nos ha tocado vivir. Esto no es EE.UU, donde el cuestionamiento de la nación no se produce en ningún caso: aquí hay una diversidad, un juego identitario permanente, yo creo que nocivo… pero en todo caso ese acuerdo ha sido natural y forma parte del écito del PP», ha declarado en TVE.
En esta misma cadena se ha mostrado tajante al afirmar que «la sensibilidad política de María San Gil estará en el texto» que el PP presenta este mediodía en Madrid. El secretario de Relaciones Internacionales del PP ha intentado restar importancia a este nuevo frente abierto en el partido asegurando que «María somos todos y el primero Mariano Rajoy» y ha negado que exista la llamada banda de los cuatro, un supuesto círculo de hierro en torno al líder y del que formaría parte junto a Arriola, Lasalle y González Pons.
Feijóo, sobre el plantón de San Gil: «Tampoco conviene dramatizar»
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Alberto Núñez Feijóo ha reconocido que «no es un momento fácil» para el PP, ni la salida de San Gil de la redacción de la ponencia es una «buena noticia», pero subrayó que «tampoco conviene dramatizar». Por ello, apostó por «ver exactamente cual es alcance de la discrepancia» que motivó el abandono de la dirigente vasca, y esperar a «ver qué es lo que dicen los ponentes».
Al final los ponentes no somos más que un instrumento en el Congreso, a partir de un mandato de la Junta Directiva para redactar las ponencias. Lo más importante es al final el Congreso, el único órgano soberano que decide la redacción definitiva de una ponencia», planteó Feijóo, quien ha intervenido en otra ponencia para el Congreso del partido, la de Estatutos.
En este sentido, agregó que las ponencias «son de quienes las hacen» y que «al final la responsabilidad de las ponencias» es de los que las hacen «y no de otros». Además, recalcó que no conoce a ningún militante o dirigente que «no tenga una especial querencia por María San Gil».
«Conociendo un poco a Rajoy como le conocemos los dirigentes del partido, no va a cuestionar ni a María San Gil, ni a ninguno de los redactores de la ponencia, entre otras cosas porque la Junta Directiva del partido fue la que eligió a los ponentes, que hemos actuado con libertad», expuso.
