(PD).-María San Gil ha negado que detrás de su decisión de no presentar la ponencia tuviera que ver Mayor Oreja ya que pese a ser un «referente político y moral» para ella, ha subrayado que «a mí nadie me mece la cuna». «Yo no sirvo para las conspiraciones. Digo las cosas a la cara y nadie mece mi cuna. He dicho en voz alta lo que muchos susurran en voz baja».
En una entrevista en el diario El Mundo, la presidenta del PP del País Vasco ha apostado además por varias listas en el Congreso de Valencia para que el ganador tenga mayor legitimidad. «Me encuentro políticamente bien, segura de la decisión, pero personalmente estoy tocada»
María San Gil recuerda que lo que inició todo fueron unas filtraciones a la prensa donde se decía que el PP iba a cambiar de estrategia en relación con los nacionalistas, lo cual no fue desmentido por la dirección del partido.
Yo me temí lo peor, porque durante las conversaciones con los demás ponentes hubo discrepancias con uno de ellos sobre cómo había que enfocar la ponencia. Al final, terminó habiendo dos ponencias. Rajoy tenía que tomar la decisión sobre cuál de ellas sería la definitiva, y la persona que actuó como su interlocutora ponía en cuestión definiciones que, hasta ahora, habían sido la esencia del PP.
Sobre la ponencia, puntualiza cuáles fueron los puntos de discordia con la dirección del PP:
Por ejemplo, en varios de los artículos de la nación española decían que sobraban expresiones como que España es una gran nación o no se quería hablar del pacto de Estella, del asunto de Perpignan o del referéndum del País Vasco. Los socialistas apuestan, junto con los nacionalistas, por una España confederal o una nación de naciones, y eso choca con nuestra idea de que España es una gran nación de ciudadanos libres e iguales en derechos y obligaciones. Eso es lo que han votado más de 10 millones de personas, que son los votantes del PP. Cuando eso es objeto de discusiones, de engaños y de jugadas no muy limpias yo no me siento respaldada. Por eso creo que fue más honrado decir que estaba en desacuerdo que callarme.
Es consciente que si no se plantaba esa ponencia no salía pero defiende que haya sido así a pesar de que no sea de la forma más ortodoxa:
Está claro que si no me planto, esa ponencia no sale. Quizá no sea la forma más ortodoxa de hacer las cosas, pero a veces si no apuestas fuerte, pierden todos. Y eso había que denunciarlo. Me parece que es mucho más honesto decir que hay una falta de confianza que callarse.
San Gil espanta los fantasmas de las conspiraciones y lo deja bien claro para que no haya malentendidos:
P.- Pues ya sabe que hay quien dice que la mano que mece su cuna es Jaime Mayor Oreja, y que su postura esconde una estrategia de desgaste a Mariano Rajoy. ¿Es así?
R.- Si dijera que no confío en Jaime Mayor Oreja mentiría. Toda la vida ha sido para mí un referente político y personal. Pero achacarle a Jaime la responsabilidad de una decisión que he tomado yo es absurdo. A mí nadie me mece la cuna. Si doy la cara a diario con los nacionalistas o con ETA, ¿por qué me voy a esconder de mi partido? Ni estoy detrás de una candidatura alternativa a Rajoy ni mi postura esconde una estrategia de desgaste a Mariano. Si yo quisiera cargarme a Mariano o desgastarle hubiera dejado que el PP se diluyera en la indefinición, y hubiera esperado al primer fracaso electoral para luego decir que su liderazgo no se sostiene.
Y no se fía un pelo de Zapatero, de su voluntad de no volver a negociar con ETA?
Nada de nada. ¿Cómo nos vamos a fiar de un señor que nos ha engañado, que dijo que había roto la negociación para luego reconocer que no lo había hecho? Zapatero ha ganado las elecciones, y eso le da votos, pero no le da razón. Lo que tiene que hacer es sacar a ANV de las instituciones de una vez.
