Alonso: «El PNV tiene un problema muy serio con el referéndum de Ibarretxe»

Alonso: "El PNV tiene un problema muy serio con el referéndum de Ibarretxe"

(PD).- El portavoz del grupo socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, cree que el PNV «está metido en un problema muy serio» por la iniciativa del referéndum que ha planteado el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y en esta situación el PSE puede ofrecer «confianza y certidumbre» a los vascos.

Alonso ha remarcado en una entrevista que la propuesta de Ibarretxe, además de «claramente inconstitucional» es «muy mala» para la sociedad vasca, por la «enorme incertidumbre» que introduce en el País Vasco, a cuyos ciudadanos «mete en aventuras demoledoras para el crecimiento económico y la estabilidad de la convivencia».

Con estas premisas, el papel de los socialistas es, a su juicio, el de «propiciar una alternativa política al enorme barullo que ha formado el Plan Ibarretxe, inconstitucional y muy malo para los ciudadanos vascos».

Por ello, en la entrevista que Ibarretxe tuvo el martes pasado con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «le dijo no» a su plan, y ello desde «el máximo respeto institucional», ha enfatizado Alonso.

Además, recuerda que los socialistas están haciendo propuestas en infraestructuras, dependencia o I+D+i para que un cambio de Gobierno sitúe al País Vasco «en el siglo XXI».

El modelo de financiación, clave de la negociación

El portavoz parlamentario del PSOE ha advertido de que en la negociación del modelo de financiación autonómica, el mantenimiento de la capacidad de gasto del Estado, en un 50% como mínimo, «está fuera de toda discusión» porque «es el Estado el que cohesiona todo el sistema».

Alonso se ha mostrado convencido de que el Gobierno y las Comunidades Autónomas lograrán acordar «sin duda» un nuevo sistema de financiación y cita como claves para este pacto, que el PSOE quiere alcanzar dentro de plazo, el aumento de la capacidad fiscal de las autonomías y la posibilidad de darles «cierta capacidad normativa» en esta materia.

El objetivo final sería equilibrar «de una manera justa» lo que cada autonomía aporta con lo que recibe, y ello en términos de financiación por habitante.

«Fundamentalísimo para los socialistas» es, en opinión de su portavoz en el Congreso, conseguir un método que permita que cualquier persona «con independencia de la parte del territorio en la que viva, reciba la misma calidad en la asistencia sanitaria, en la educación, en la vivienda y en los servicios sociales».

La mejora de la cohesión entre territorios, a partir de la idea de que el Estado de las Autonomías ha sido determinante para el crecimiento económico experimentado en las tres últimas décadas, es el tercer elemento que debe incluir el nuevo modelo.

José Antonio Alonso ha insistido en que es primordial respetar las capacidad de gasto del Estado, con un papel «importantísimo», puesto que es el responsable de las infraestructuras que «articulan el país» y de políticas generales como las relativas a tecnología e innovación o dependencia.

Además, ha alertado ante la posibilidad de abrir un enfrentamiento entre comunidades por la discusión de la financiación autonómica: «Espero que ningún partido tenga la tentación de poner en cuestión un modelo político y económico que ha funcionado, y muy bien, en las últimas tres décadas de nuestra historia».

Crisis del PP

Respecto a los momentos que atraviesa el Partido Popular, Alonso ha destacado que la situación «introduce un factor de debilidad» en este partido que «indudablemente complica la toma de acuerdos», entre ellos, el necesario pacto para renovar de los órganos constitucionales.

No obstante, el dirigente socialista ha comentado que cuando se trata de las instituciones del Estado, como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o el Tribunal Constitucional, el PP tiene que hacer un «esfuerzo» para que «sea cuál sea su situación interna» pueda llegar a consensos que en definitiva «benefician al país» y a sus ciudadanos.

El PSOE y el PP abrieron negociaciones para renovar ambos órganos nada más comenzar la legislatura y acordaron ponerse como límite el primer período parlamentario de sesiones, que acaba antes del verano.

«Esperamos que el PP, que declaró su voluntad de ir a esas renovaciones, acompañe esta voluntad con hechos», insiste Alonso.

En su opinión, la «voluntad de los socialistas» para lograr un pacto «está fuera de cualquier duda» y es el PP el que tiene que «saltar» sobre su situación coyuntural para que las instituciones sean renovadas y funcionen «en las debidas condiciones».

A su juicio, en el seno de este partido hay una «disputa por el poder y por su liderazgo» y eso sólo lo puede arreglar el propio partido; «no sé si serán capaces de hacerlo, si ni siquiera el congreso de junio podrá servir para eso o se cerrará en falso la crisis», ha añadido al respecto.

El PP no es el único partido que, en la apreciación del portavoz socialista, tiene problemas internos, y por ello aventura en la entrevista que hasta después de verano no será posible aclarar cuáles serán las alianzas parlamentarias más estables para el PSOE.

La ayuda prestada por CiU al PSOE para evitar que prosperara una moción de ICV que reprobaba al ex director de la Oficina Económica del Gobierno, David Taguas, no es a su entender sintomática de lo que pueda ocurrir a lo largo de la legislatura.

La Ley Electoral

En el arranque de la legislatura, el Gobierno ha anunciado la apertura de un proceso para estudiar la reforma de la Ley Electoral, un trabajo que vaticina «muy complicado» y en el que él aboga por «aumentar la representatividad en el sistema electoral» para que el voto de los ciudadanos «tienda a ser igual en cualquier parte del territorio en el que se ejerza».

Personalmente, y no como posición de su grupo, él reconoce ser partidario de los sistemas electorales que «propicien gobiernos estables» y apunta que «a veces se habla de una manera alegre de la representatividad».

Otra tarea pendiente para los grupos parlamentarios será la reforma del Reglamento del Congreso, que a su entender debe llevar los grandes debates políticos al pleno y los de menor rango a las comisiones parlamentarias.

Si el problema del uso de las lenguas cooficiales, obstáculo que hizo fracasar la reforma en la anterior legislatura, se «aparta» de esta norma, él ve posible que los grupos lleguen a un consenso.

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