(PD).- Cuando Ibarretxe ha decidido echarle un pulso al Estado, Carod-Rovira se ha ido a Vitoria a apoyarle. El vicepresidente del Gobierno catalán y líder de ERC ha opinado que la celebración de una consulta en Cataluña sobre la autodeterminación, que él defiende para el año 2014, se haría si se consigue «la mayoría social democrática».
Carod-Rovira se ha reunido hoy con el lehendakari en Vitoria una hora antes de que Juan José Ibarretxe registrara en el Parlamento Vasco el proyecto de ley de consulta del Gobierno Vasco, que el político catalán respalda porque se ha hecho de una forma «absolutamente democrática».
En rueda de prensa al término del encuentro, Carod-Rovira, en su calidad de representante de ERC, se ha referido a la propuesta que hace en su libro «2014. Que hable el pueblo catalán», en el que defiende la celebración para esa fecha de una consulta sobre la autodeterminación en Cataluña.
Distintas realidades nacionales
Ha precisado que Cataluña y el País Vasco son «realidades nacionales distintas» aunque ha subrayado que lo que sí son universales «son los derechos» y «tanto el pueblo vasco como el catalán tienen derecho a decidir».
El líder de ERC ha precisado que esta formación ha puesto el horizonte de 2014 como posible fecha «si se consigue la mayoría social democrática para que haga posible una consulta popular, lógicamente siempre a través de procedimientos de mayoría democrática parlamentaria».
Sobre la consulta que ha planteado Ibarretxe para el 25 de octubre, Carod-Rovira ha insistido en que «es una decisión democrática, hecha por un gobierno democrático ante un Parlamento democrático que sólo puede merecer respeto por parte de todos los demócratas».
Reproches al Gobierno
Ha reprochado al Gobierno español que haya descalificado la propuesta del lehendakari incluso cuando no se conocía al detalle la misma.
También ha criticado la decisión del Gobierno Vasco de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional si el proyecto de ley de consulta sale adelante en el Parlamento vasco.
En su opinión, si dicho recurso prosperara y si el Tribunal Constitucional también adopta una actitud desfavorable ante algunos aspectos del Estatuto de Cataluña, el «encaje» en el marco estatal de las «dos principales naciones del Estado» sería «muy difícil» y la credibilidad del estado de las autonomías se vería «profundamente afectada».
