(PD).- El presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), ha atribuido las avalanchas de inmigrantes subsaharianos y la llegada de pateras a Canarias y a las costas andaluzas al «efecto llamada de la ley Caldera», por la que se regularizó a miles de inmigrantes.
A preguntas de los periodistas, Imbroda ha respondido que la regularización masiva que realizó el Gobierno en la anterior legislatura ha sido «un error político de primera magnitud» que ahora tratan de rectificar.
Ha añadido que «ya es tarde» porque hay un millón y medio de irregulares en el país, las pateras siguen llegando y en Melilla están «otra vez como en 2005», cuando los saltos a la doble valla se sucedieron durante varios días.
Imbroda ha lamentado que hace cuatro años Zapatero no atendiera «las broncas al Gobierno de España que le pegaron Francia, Inglaterra y Alemania» por el «disparate de la ley Caldera» y el «efecto llamada» que, en su opinión, ha provocado.
Ha pedido al Gobierno que combata con mayor esfuerzo a «las mafias y las personas que colaboran interesada o desinteresadamente» en las entradas irregulares de inmigrantes para evitar que «estas criaturas sean explotadas».
«Los inmigrantes tienen que entrar con papeles para que tengan las mismas oportunidades y los mismos derechos que los demás», ha apostillado Imbroda, quien ha acusado a las mafias de cometer «una irresponsabilidad tremenda y hacer tanto daño a estas criatura».
Marruecos «tiene que colaborar»
En cuanto a los dos últimos intentos de entrada de subsaharianos que han tenido lugar en Melilla en las últimas horas, Imbroda ha subrayado que Marruecos «tiene que colaborar», ya que si los inmigrantes saltan de un lado «es porque les dejan saltar» y «aquí llegan y caen, pero salen y saltan desde otro sitio».
Imbroda ha asegurado que si no se les para desde Marruecos, se pueden encontrar «con la sorpresa momentánea» de la avalancha de inmigrantes, algo que, según ha dicho les «ha pillado desprevenios».
Ha instado al delegado del Gobierno en Melilla, Gregorio Escobar, a que «actúe y tenga mucha comunicación con el gobernador de Nador», dado que independientemente de que las relaciones entre España y Marruecos sean competencia del Ministerio de Asuntos Exteriores, «aquí tiene que haber una comunicación continua, aunque no sea oficial», ya que Marruecos no los reconoce como ciudad española.
Además, ha criticado a la Delegación del Gobierno por no haber comunicado oficialmente a la Ciudad Autónoma de Melilla cómo está la situación en la frontera.