También Alonso enchufa a su mujer

También Alonso enchufa a su mujer

(PD).- Dos aspirantes del PSOE a la Presidencia del nuevo Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cuentan con la segunda mujer del portavoz del Partido Socialista en el Congreso, el dos veces ministro José Antonio Alonso, para un puesto de gran responsabilidad en el Consejo.

Es curioso: antes de que los dos partidos mayoritarios del país se pongan de acuerdo para la renovación del CGPJ, Celima Gallego ya se está buscando un mejor acomodo que el que ahora mismo posee como directora del Servicio de Planificación de la Actividad Judicial del CGPJ, puesto al que accedió tras una reñida votación del Pleno del Consejo: 11 miembros a favor y nueve en contra.

Según cuenta la revista Época, los dos nombres que se barajan dentro de los ámbitos políticos de justicia del PSOE para presidir el Consejo son los del ex ministro Fernando Ledesma, al que en su momento hasta sus propios compañeros de Gabinete denominaron chuscamente el Nefasto Ledesma, y el del magistrado de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo Juan Antonio Xiol, quien, paradójicamente, puede disputar el cargo al que fue su jefe en Justicia durante el primer Gobierno de Felipe González. Fuentes de toda solvencia de la justicia sugieren sin embargo que algún problema físico de Xiol puede dejarle fuera de la competición para sustituir a Francisco Hernando, actual presidente del Consejo.

Pero la noticia es precisamente que antes de que se formalice la renovación del CGPJ, que puede aplazarse incluso para el mes de septiembre (ya nadie habla de julio), la esposa, segunda esposa, del portavoz socialista en el Parlamento, la juez Celima Gallego, se está postulando para ocupar uno de los más importantes puestos de la institución.

Cuenta, claro está, con el apoyo incondicional de su marido, que será, a la postre, quien negocie con el PP la composición del Consejo, y cuenta también, según parece, con la promesa formal de alguno de los aspirantes a ayudarla en sus aspiraciones.

Sectaria y trabajadora Celima Gallego, que pasa por ser una “enorme trabajadora”, está calificada no obstante como una jueza situada en el ala más izquierdista de la asociación Jueces para la Democracia, grupo minoritario pero importante dentro de la magistratura, que siempre ha manejado a su antojo el PSOE y del que se ha nutrido para cubrir diversas responsabilidades ejecutivas en el Gobierno.

En la estructura actual del Consejo General del Poder Judicial reviste suma importancia la Secretaría General, tanta que en este mandato prorrogado del Consejo los componentes del autodenominado sector progresista siempre se han lamentado de la excesiva influencia y protagonismo de esta Secretaría.

Quizás para aminorar su importancia, los socialistas están pensando en la posibilidad de designar un vicesecretario para el Consejo que debe nacer antes de que termine el presente año. Y éste es, precisamente, el cargo que más le agrada a Celima Gallego, aunque no desestima la posibilidad de, si recibe suficientes apoyos, ocupar directamente la Secretaría General, algo que ahora mismo resulta imposible.

Otra situación jerárquica y profesional que contentaría la ambición de Celima Gallego es la Jefatura de los Letrados, que también parece lejana a las reales posibilidades de la juez en excedencia (pasó por Benidorm y Soria). Pero las fuentes consultadas por ÉPOCA no conceden a Gallego una buena opción para este puesto, a pesar de que la influencia de su marido en el Consejo continúa siendo trascendente e innegable.

Hay que tener en cuenta que José Antonio Alonso fue miembro del CGPJ gracias a la ayuda directa de su mencionadísimo compañero de pupitre, José Luis Rodríguez Zapatero. De allí salió para ser ministro del Interior.

Todas las fuentes consultadas por ÉPOCA insisten en el decisivo peso de Alonso en el órgano del poder judicial y, desde luego, en el escándalo que supondría que su mujer ocupara un puesto de relevancia, después de que vaya a ser concretamente el portavoz en el Congreso quien, en nombre del Partido Socialista, negocie la composición del nuevo Consejo. Otro caso de nepotismo que añadir a los muchos que adornan la trayectoria política de Zapatero y sus más directos colaboradores desde que ocupara La Moncloa hace ahora cuatro años y medio.

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