No sólo ha sido el dolor de perder a sus familiares, sino que a esto han tenido que sumarle la desvergüenza de ver cómo en el País Vasco y Navarra los verdugos recibían parabienes y homenajes desde las instituciones públicas. Y continúan. Muchas calles de estas dos Comunidades Autónomas lucen en sus placas nombres de asesinos de ETA. Son las «calles de la vergüenza».(Fotografías: Daniel Portero, autor de «La Trama Civil de ETA», editorial Arcopress)
Argala, que cometió siete asesinatos, o Txabi Etxebarrieta, que mató a la primera víctima de Eta, son algunos de los “homenajeados”. La Asociación Dignidad y Justicia ha presentado ante la Audiencia Nacional varias querellas. De momento, se ha encontrado con decisiones opuestas de los magistrados: unos ordenan el archivo de la causa y otros, la retirada de las placas por enaltecer el terrorismo. Este miércoles, la AN deliberará sobre la unificación de criterios del callejero etarra, según informa El Imparcial.
Pasear por algunos pueblos del País Vasco y Navarra sorprende a muchos por la cantidad de “goras” a Eta en las paredes, por la ausencia de la enseña nacional en los ayuntamientos, por las pancartas a favor de la independencia colgadas en las fachadas de sus edificios más emblemáticos o por la pegada de carteles con el anagrama de Eta y las fotos de los terroristas que consideran “presos políticos”. Pero hay más. Uno de los hechos más ofensivos para las víctimas del terrorismo es la presencia de calles, plazas y monolitos dedicados a algunos de los asesinos de sus familiares.
Una de las localidades más representativas de este tipo de infamias es Echarri Aranaz, un pueblo navarro que, a su entrada, en “señal de bienvenida”, exhibe un mural con los retratos de los etarras “Josu”, “Axio” y “Pello”, la serpiente de Eta y la palabra “triunfarán” en euskera. El homenaje a estos terroristas no es comparable con el monolito en honor a Mikel Arregui, miembro de Batasuna condenado por pertencia a Eta, situado en el centro de la plaza que también lleva su nombre.
Echarri Aranaz cuenta además con una plaza del “gudari” (los proetarras llaman “soldados” a sus “héroes”) que, para hacer más daño si cabe a las víctimas, está situada a 30 metros de la vivienda de Jesús Ulayar, el ex alcalde del pueblo, asesinado en 1979. En la fachada de su casa han escrito, además de los tradicionales “goras” a Eta, una frase: “Españoles conquistadores fuera”.