(PD).- Mohamed VI ha heredado de su padre Hassan el gusto por los gestos. Y por los desplantes. Y decidido a dejarle patente a Zapatero cómo ve él las cosas, el monarca alauita ha mandado a recibirle a Abbas El Fassi, su primer ministro, y ha organizado las cosas para que el aeropuerto de Oujda estuviera engalanado con una veintena de banderas marroquíes y una única y minúscula enseña española. Una bandera tamaño «toalla».
Zapatero ha ido a Marruecos en el que supone su primer viaje oficial de la presente legislatura y el cuarto desde que ocupa el cargo.
MARRUECOS QUIERE DISCUTIR SOBRE CEUTA Y MELILLA
Aunque la delegación española subraya que nuestras dos plazas africanas no son consideradas por Marruecos obstaculo alguno para el diálogo, todo indica que el primer ministro marroquí, no ha tardadado ni minutos en plantear al presidente español, la «necesidad» de reabrir el «dossier de Ceuta y Melilla».
Abas el Fasi ha recordado con «cortesía» que Rabat mantiene una reivindicación sobre ambas ciudades autónomas.
LA AGENDA OFICIAL
Ceuta y Melilla, como no podía ser de otro modo, no figuran en la agenda. Sobre el papel, Zapatero se ha reunido con el Rey Mohamed VI para impulsar las relaciones bilaterales entre ambos países que el ejecutivo español califica como «excelentes».
El objetivo, teórico, de la visita es analizar la colaboración bilateral en inmigración, economía, justicia y seguridad. Y todo ello, justo en los días en que España vive de cerca y con dolor el drama de la inmigración clandestina.
El telón de fondo del encuetro Zapatero-Mohamed VI es la tragedia de los que salen en cayuco o patera de Marruevcos y se ahogan o agonizan en el mar, tratando de llegar a nuestras costas..
Zapatero, que sólo permanecerá en Marruecos cinco horas, ha viajado acompañado del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Inmigración y normalización
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado al término del Consejo de Ministros que el objetivo de la visita es hacer un «balance general» en el ámbito económico y de inmigración. «Tenemos muy buena relación con Marruecos en inmigración», ha subrayado De la Vega, quien ha añadido que no se trata de suscribir más acuerdos de los ya existentes, sino de impulsar la cooperacion».
Las relaciones entre Marruecos y España volvieron a normalizarse el pasado mes de enero, cuando el embajador marroquí en Madrid regresó a su puesto, después de que el Gobierno de Rabat le llamara a consultas el pasado 2 de noviembre de 2007 como consecuencia la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla, cuya soberanía reivindica.
Relanzar la política exterior
El presidente del Gobierno viaja al país vecino con el objetivo de subrayar la importancia de Marruecos en la política exterior de España, según ha informado el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Angel Losada. La cita, que coincide con el sexto aniversario de la ocupación del islote español de Perejil por el reino de Marruecos, tiene como asuntos centrales la coordinación en la lucha contra la inmigración irregular, las relaciones económicas y comerciales, la cooperación al desarrollo y la colaboración en el área de justicia e interior.
La localidad de Oujda es tristemente célebre por su frecuente presencia en las denuncias de las organizaciones no gubernamentales, que acusan a las autoridades marroquíes de expulsar a inmigrantes subsaharianos que atraviesan el país a través de esa frontera sin respetar la legalidad.
Es tradición que el primer viaje al extranjero que realiza un presidente del Gobierno español tras ser investido sea a Marruecos. Sin embargo, en esta ocasión, el desplazamiento a Marruecos del jefe del Gobierno se había ido posponiendo desde la investidura por la dificultad de hacer coincidir las agendas. Tras esta visita viajarán Marruecos los ministros de Trabajo, Interior, Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, e Industria, Turismo y Comercio para relanzar proyectos bilaterales concretos.
