La soledad de Rosa Díez

La soledad de Rosa Díez

«Eran muchos más los que salieron a recibir al asesino que los que nos acercamos a honrar la memoria y la dignidad de todos». Rosa Díez se convierte en cronista de excepción para relatar la concentración organizada este sábado por la puesta en libertad del asesino De Juana. La diputada de UPyD considera que los ciudadanos «no aprobamos el mínimo test de ciudadanía, compromiso y solidaridad activa con las víctimas de ETA».

La concentración, convocada por Dignidad y Justicia, apenas contó con la presencia de 20 ó 30 ciudadanos junto a Pilar Elías, Pilar Ruiz, Estíbaliz Garmendia, Cristina Cuesta o Rubén Múgica.

Teniendo en cuenta la infamia, la enorme ofensa que se ha infligido a las víctimas, es difícil de explicar la soledad. Eran muchos más los que salieron a recibir al asesino que los que nos acercamos a honrar la memoria y la dignidad de todos, de las víctimas en primer lugar.

En un artículo en El Mundo, la diputada quiere evitar caer «en falsos debates sobre la necesidad de aplicar las leyes, como si fuera eso lo que hoy está en cuestión». Díez recuerda que «una democracia es más grande cuanto más justas sean las leyes que aplica».

De la misma manera que huelga explicar que, ni ahora ni nunca, se trata de hacer leyes «que respondan a la sensibilidad ciudadana», como ha propuesto el PP (María Dolores de Cospedal); que de lo que se trata es de revisar aquellas leyes que, aun siendo democráticas, no producen el objetivo de la justicia para la que fueron promovidas. O sea, que terminan siendo injustas.

El Gobierno, y más concretamente Rubalcaba, aseguraron que «no le iban a pasar ni una»; sin embargo, el terrorista, nada más llegar a San Sebastián, envió una carta a los proterroristas que le esperaban y que fue publicada íntegramente en Gara. Una misiva que a juicio de Díez merece la actuación de la Fiscalía.

Esa carta, escrita con un lenguaje alambicado y cuidadoso, es toda una exaltación de ETA y una precisa y orgullosa reivindicación de su pertenencia a ETA. En ella utiliza la expresión errepresaliatu politikoak para dar vivas a los presos de ETA, término que ha sido acuñado desde hace muchísimo tiempo en Gara y en todos los zutabes -boletines internos- de ETA.

Por si alguien tuviera alguna duda, en la propia crónica de Gara se denomina a De Juana «represaliado político». Y es porque desde hace muchísimo tiempo a los delincuentes de ETA (o sea, a los terroristas) en su mundo les llaman represaliados o presos políticos.

De la exaltación a la apología hay un paso. Vitorear a quienes han hecho de la destrucción de la democracia y del asesinato de los demócratas su forma de vida bien merece una reacción por parte de los poderes del Estado. Hay cosas que podemos y debemos hacer los ciudadanos, aunque, como dije antes, no siempre estemos a la altura de las circunstancias. Pero esto sólo lo puede hacer el Gobierno y los poderes del Estado. A ellos les increpo: ¿A qué esperan para actuar?

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído