(PD).- No hay nada que le saque de su refugio en Doñana. Ni un IPC disparado, ni la financiación autonómica, ni siquiera la puesta en libertad de un asesino como De Juana. Zapatero no se piensa mover; solamente, y refunfuñando, el presidente comparecerá en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos. Para qué, si aquí no pasa nada.
Este miércoles, el INE nos ha levantado otra vez con una mala noticia. El precio de la vida se ha disparado hasta 5,3% situando la tasa en la más alta desde 1992. Además, el asunto de la financiación autonómica ha llevado a una ‘guerra civil’ entre PSC y Gobierno mientras el resto de comunidades amenazan con plantarse en mitad de la partida.
Para más inri, el etarra De Juana ha salido huyendo del país dejando a la Justicia con un palmo de narices pese a las graves palabras que utilizó en su discurso a la salida de prisión y que podrían llevarle de vuelta por enaltecimiento del terrorismo.
Sin embargo, parece que no va con el presidente. Zapatero sólo se ha molestado en salir del Coto de Doñana para asistir al Congreso en la reunión de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos que, por cierto, podría haber mantenido menos protagonismo y no enfrentarse a Solbes, que bastante tiene que con lo suyo y con las promesas de su jefe.
Como cuenta La Razón, el presidente podría haber tomado ejemplo de dos presidentes autonómicos: José Montilla y Francisco Camps. El catalán ha llevado la financiación autonómica al terreno personal y se ha erigido como adalid de los nacionalistas en esta cruzada insolidaria.
Camps, por su parte, espera con ansia la celebración del Gran Premio de Valencia que se disputará en apenas diez días. Para la carrera, que se disputará en el circuito urbano, el presidente valenciano ha puesto en marcha un plan de 600 millones de euos para aumentar la liquidez empresarial, se ha entrevistado con todos los organismos e instituciones habidos y por haber, ha puesto en marcha campañas de promoción turística, ha anunciado acuerdos en materia de bienestar social y ha visitado obras emblemáticas en sanidad e infraestructuras. Un agosto ejemplar, vamos, dado los tiempos en los que vivimos; pero muy poco ejemplo ha cundido para quien lleva la batuta. Él prefiere Doñana
