(PD).- Cuando apenas acababan de digerirse los resultados del pasado 9-M, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ya tenía la vista puesta en otra cita electoral. La presión parecía haber ejercido su efecto sobre el calendario inicial del presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, de aguardar al mes de marzo para convocar a los gallegos a las urnas y en la sede de la calle Ferraz se empezó a tomar posiciones ante un adelanto electoral en otoño.
Tanto es así que, según han detallado a El Semanal Digital fuentes socialistas solventes, por orden del mismísimo Blanco, el PSOE se había lanzado a contratar centenares de marquesinas a lo largo y ancho de todas y cada una de las capitales gallegas en las que colocar su publicidad electoral, en previsión de unos comicios autonómicos anticipados al 9 de noviembre. El presidente de la Xunta no había anunciado aún cuando convocaría, aunque la hoja de ruta de Ferraz propició este agosto un intenso debate en el seno del PSdeG, proclive a la idea del adelanto, según publica El Semanal Digital.
En ese panorama, y convencido de salirse con la suya para testar cuanto antes la fuerza del partido en Galicia, no puede sorprender que Blanco hiciese sus previsiones y se situase precontratando vallas publicitarias. Más todavía cuando PP y BNG tampoco se estaban quietos ante el creciente clima preelectoral. «El hecho, en todo caso, no es tan insólito, ya que los partidos políticos funcionamos con meses de antelación ante una cita electoral», advierten fuentes socialistas. «Para las generales, – comentan -, empezamos las contrataciones después del verano y es muy habitual dar «por si acaso» estos pasos».
Pero ante todo, las encuestas internas aconsejaban tal decisión para evitar el más que seguro empeoramiento de la economía en 2009 y que aumentara la sangría de votos que el PSOE ha empezado a experimentar en Galicia en los últimos meses. Los defensores de la fórmula, con José Blanco, mantenían que José Luis Rodríguez Zapatero podría abordar el futuro con un test que le resultaría favorable, mientras que un batacazo del PP de Alberto Núñez Feijoo le abocaría una crisis de imprevisibles consecuencias para el propio Mariano Rajoy.
Al final se ha cumplido el objetivo del presidente del Partido Popular quien veía complicado recuperar la mayoría absoluta en otoño, pero creía tener alguna opción de lograrla en marzo, análisis con el que coinciden los socialistas partidarios del adelanto electoral. En el BNG también cantan victoria. Por ahora, Emilio Pérez Touriño se ha salido con la suya y agotará la Legislatura y, de paso, ha desbaratado el plan de José Blanco de asestarle ya un golpe a Rajoy que sirviese de oxígeno a Zapatero.
