“La Ley de Memoria Histórica no era contra nadie”

“La Ley de Memoria Histórica no era contra nadie”

(PD)-.ZP ha mostrado un tono conciliador con el pasado que se contradice de plano con el radicalismo sectario desplegado en la anterior legislatura. En lo que respecta a la derecha, sorprende el cambio de discurso de ZP al afirmar que «no tiene nada que ver con el franquismo». También afirma que «el 11-M fue una gran tragedia y algunos quisieron convertirlo en un drama político», luego de que Aznar hablara de «la traición del PSOE» tras el atentado.

En este curso la Constitución entra en la treintena y toca repasar con los protagonistas políticos de nuestro país. El actual presidente del Gobierno, que se considera hijo primogénito de la Transición, sorprende diciendo que la derecha española no tiene nada que ver con el franquismo y afirma que «la Ley de Memoria Histórica no va contra nadie.

En la entrevista que hoy publica El Mundo el jefe del Ejecutivo habla de la unidad de España («ni se rompe, ni se romperá»), de ETA y su fin, de una futura reforma de la Constitución, de la Monarquía -que dice que se consolidó definitivamente el 23-F-, y de la situación de la economía española, de la que dice que se encuentra en un «ciclo económico adverso», y no olvida las «tragedias» del 11-M y del reciente accidente de Barajas.

«El PP español estaría en la banda más derecha de las derechas europeas»

Preguntado por las «malas» relaciones entre ex presidentes, Zapatero asegura: «yo admiro a Felipe y no desprecio a Aznar», y sobre el papel que deben jugar los ex presidentes considera que se debe regular esta figura «para que no sea, como diría González, un valiosísimo jarrón chino que molesta en todas partes».

Recuerda que a Felipe González le ha encargado «alguna tarea singular», como ser el alto representante para los bicentenarios de Latinoamérica y como integrante del grupo de reflexión de la Unión Europea.

«Le diré que no me importaría que Aznar tuviera también algún papel. Ahora, como tengo un café pendiente con Aznar, voy a ver si le convenzo de…», refiere sin desvelar más datos.

Zapatero asegura que haber impulsado el proceso de paz no le ha dejado «ninguna herida política sino el dolor por las víctimas tras la ruptura de la tregua».

Además, habla de las críticas recibidas durante esa etapa, entre las que menciona la acusación de que el Gobierno entregaría Navarra a ETA o la de la «confabulación maquiavélica» sobre que «el 11-M tendría que ver con ETA y con mi ascenso al poder, y de ahí, mis obligaciones con ETA» y afirma que todas ellas han quedado «absolutamente desnudas».

«ETA irá cada vez a menos y con una pérdida de comprensión social en ese segmento abertzale que siempre es la clave»

Zapatero augura una «desestructuración progresiva» de la banda. «ETA irá cada vez a menos y con una pérdida de comprensión social en ese segmento abertzale que siempre es la clave. Será un final paso a paso».

En lo que respecta a la derecha en España, el presidente del Gobierno dice que «no tiene nada que ver con el franquismo. Lo que ocurre es que la derecha actual es más seguidora de la corriente neoconservadora de EEUU».

Explica que de las derechas que ha conocido en Europa «el PP español estaría en la banda más derecha de las derechas europeas», pero matiza que no se trata de una «cuestión ideológica, sino estratégica».

Así, en referencia a la participación española en la guerra de Irak, Zapatero opina que Aznar apoyó la intervención «no por Irak ni por Sadam Husein, sino por estar al lado de Bush, creyendo que esto le haría grande».

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