Guillermo Chicote: «La crisis es mucho más acuciante de lo que reflejan los medios de comunicación»

Guillermo Chicote: "La crisis es mucho más acuciante de lo que reflejan los medios de comunicación"


Christian Rubio (PD).- «Esta crisis es como un efecto dominó». Así lo asegura Guillermo Chicote, presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), que ve como el sector de la inmobiliaria atraviesa un problema «mucho más acuciante de lo que reflejan los medios de comunicación». El culpable, este Gobierno que se ha mantenido al margen, «totalmente inmovilizado» y falto de recursos para ayudar al comprador.

La compraventa de viviendas ha caído más de un 25% en el segundo trimestre, y no parece que vaya a frenarse. ¿Cómo valora esta situación?

Yo siempre he mantenido la tesis de que el mercado de la vivienda había bajado en un global desde septiembre del año pasado hasta abril o mayo cerca de un 60%. Y ese porcentaje se está manteniendo. Mi suma es la anual, esos cálculos son trimestrales, lo que quiere decir que el volumen de pisos vendidos ha bajado más de un 60% en lo que va de esos 9-10 meses.

¿Hasta qué punto la crisis económica afecta al sector?

De una forma tremenda. A ello se le suma la crisis financiera, que provoca que los compradores carezcan de garantías de cara a las entidades financieras. Nuestro sector está padeciendo estas dos consecuencias: los pisos se han encarecido y los bancos tienen unos compromisos de devolución de principal tan importante con el dinero que han captado que el sector de la construcción se sitúa en la lista negra. Estamos en una situación verdaderamente preocupante, la crisis es mucho más acuciante del que reflejan los medios de comunicación. No solamente es la caída de la venta de pisos, sino que además se va a dar el caso de que las empresas constructoras de tipo medio y pequeño se van a caer.

La Confederación Nacional de la Construcción, de la que usted es vicepresidente, ha afirmado que es mejor promover ayudas coyunturales a la actividad que subvencionar desempleo…

Nosotros ya hicimos las propuestas en su momento de lo que se debía hacer. No se quiso hacer porque se dijo que esto era una ayuda a las empresas promotoras cuando no era así de ninguna manera. La ayuda era al comprador, que ya no tiene confianza y se encuentra en una posición totalmente expectante. Cuando una empresa no vende, lo primero que hace es reajustar sus tarifas de precios. Si eso sigue sin funcionar, comienza a generar desempleo. Entonces nuestras propuestas siempre han ido en la misma dirección. Yo no quise entrar, y quizás me equivoqué, en este aspecto que en las elecciones se debatía de una forma un poco violenta. Entendí que no quería que el papel de la vivienda se jugara como arma arrojadiza en un conflicto electoral. En un momento dado se nos dijo a través del Parlamento que las empresas promotoras debían conformarse con lo que pasaba. Pero el dinero que estas empresas ganaron lo reinvirtieron y ahora están enganchadas a por todas. La prueba está en que coges un periódico autonómico y parece verdaderamente una lista de esquelas.

Y parece que el número de desempleados aumenta cada día en la construcción… mientras Corbacho asegura que en 2009 se limitará la contratación de extranjeros en su país de origen hasta llegar «al punto cero». ¿No debería actuar con carácter más urgente?

Nosotros hicimos un vaticinio en un momento determinado. Dijimos que este año se iban a perder unos 800.000 empleos, y me parece que desgraciadamente ganaremos la apuesta. Dijimos a su vez que el año que viene quizá podría llegar hasta el millón, y me parece que tampoco perderemos la apuesta. La fase de la promoción de viviendas en este momento está en 3 estaciones: la primera es el señor que ha terminado unas viviendas y no las vende, con lo cual no reinvierte ni inicia nada nuevo. El segundo, que para la obra en medio de la construcción y con ello va gente a la calle. Y la tercera expectativa es aquella en la que los promotores que se encontraban en la fase de acabados frenan la obra, y esto es muy negativo ya que si quiere retomarse al cabo de un tiempo cuesta mucho más dinero.

Con todo ello, la suma de parados va a ir aumentando de una forma importante. Y espero que el Presidente del Gobierno el día 10 en el Parlamento haga una exposición un poco más acusada de este problema. Es mejor intentar buscar soluciones que intentar pagar desempleos, es mucho más productivo para todos.

¿Es cierto que en los últimos años se ha construido un volumen de viviendas mayor al demandado? ¿Cuándo va a rebosar el problema a este ritmo?

El año 2007 fue el año que más viviendas se hicieron en este país, a consecuencia de la abundancia financiera. Se hicieron 640.000 viviendas. Los datos se pueden verificar con los certificados finales de obra y con las pólizas de seguros establecidas por la LOE (Ley de Ordenación de la Edificación). La producción anual de este país está entre los 350-380.000, con lo que producimos un exceso que estamos pagando. Parece ser, como dato optimista, que este mes de agosto el Euribor ha hecho un ligerísimo reapunte para abajo, que es importante porque puede marcar un cambio de tendencia. La gente empezaría a adquirir confianza, lo que sería una buenísima noticia.

¿Ha pecado el Gobierno de inmovilidad?

Totalmente. La prueba está en que se nos rechazó en una interpelación parlamentaria del señor Solbes que duró un par de minutos, en la que se dijo que el sector inmobiliario debía aguantarse con lo que había. Esto no se puede decir si se meditan los estudios elaborados por gente cualificada del sector, sindicatos incluidos. Esto equivale a tomar decisiones.

¿Esperan ustedes que el Gobierno ayude a las empresas constructoras?

Yo no quiero que nos ayuden a nosotros como prioridad. Se nos ha de ayudar en una segunda fase, buscando financiación. Si no hay financiación difícilmente podremos tirar adelante con nuevos proyectos. Lo que se debe hacer es proteger al comprador, que podrá recuperar inversiones y ganar confianza. En este momento se están dando instrucciones a los ayuntamientos de comunidades autónomas para que rebajen los gastos porque el sector de la construcción no aporta ningún ingreso.

¿Tiene usted la sensación de que se les escucha?

Más que no se nos escuchen, creo que deben replantearse nuestras propuestas porque las circunstancias son las que son. Los sindicatos están igual de preocupados que nosotros porque ven que se les viene la debacle. Es como un efecto dominó.

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