Una rueda de prensa salida de tono

(PD).- La rueda de prensa convocada en Pamplona por Mariano Rajoy y Miguel Sanz sólo ha aclarado que el presidente navarro no retira “ni una palabra” de lo dicho sobre su posible apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. A su vez, la prensa trató de calentar el ambiente. Pero el líder del PP no esta por la labor de aguantar las groserías de los periodistas y pidió cortar la rueda de prensa.


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Javier Arenas, a quien el presidente navarro recomendó que se metiera “en su casa”, se secaba el sudor. UPN –gobernando en minoría por acuerdo con el PSOE– sigue pensando que puede apoyar los Presupuestos del Gobierno Zapatero y, a la vez, que le gustaría coincidir con el voto del PP. No lo dejó claro, pero se entendió que la mejor de las soluciones sería que el propio PP no votara contra la ley.

Con tales mensajes, la rueda de prensa ofrecida en Navarra por Mariano Rajoy y Miguel Sanz se convirtió para el líder popular en un mal trago que había que pasar cuanto antes. En voz baja, la que siempre captan los micrófonos, susurró: “Bueno… a ver si alguien nos corta aquí…”. Añadió poco después: “¡Qué barbaridad!”. Las preguntas seguían llegando y Mariano busco desesperadamente la clausura del acto pidiendo decisión –“Por favor, Carmen”– a su directora de comunicación, Carmen Martínez Castro.

Este tensa comparecencia se produjo tras la reunión celebrada por delegaciones de ambos partidos para analizar el pacto que mantienen y cuyo desarrollo se ha producido sólo tres días después de que el presidente de UPN aludiera a la posibilidad de que su formación apoye los Presupuestos Generales del Estado (PGE) si el PSOE atiende sus demandas.

Pese a la insistencia de los periodistas, Rajoy ha evitado comentar las consecuencias que podría acarrear que UPN se salatase la disciplina de voto del Grupo Popular –que es claramente contrario al pacto de colaboración entre los dos partidos.

Lo único que ha dicho al respecto es que lo importante es «que haya presupuestos y sean buenos», tanto en el Estado como en Navarra, para atender las necesidades de las familias y de las pequeñas y medianas empresas, dejando en el aire, también, cual será la posición del PP en la votación de Presupuestos, después de que Sanz dejase entrever su deseo de que tanto UPN como el PP llegasen a un acuerdo con el PSOE.

El dirigente popular explicó que las propuestas de UPN se plantearán como enmiendas del PP al proyecto de ley de Presupuestos Generales, mientras que Sanz no ha descartado negociar directamente con el PSOE y, al ser preguntado al respecto, ha contestado con un «ya veremos».

En presencia de Rajoy, Sanz dijo que no retira «ni una palabra» sobre lo dicho hasta ahora en relación a este asunto, ha resaltado que UPN es un partido autónomo, que toma sus decisiones en sus órganos de gobierno y que «siempre está abierto» a la negociación, pero también es «un partido responsable que sabe cumplir sus compromisos».

El presidente navarro ha pedido que no se saque la conclusión de que UPN apoyaría los Presupuestos del Estado si se firma el convenio de construcción del tramo navarro del tren de alta velocidad, ya que ésta, ha dicho, es sólo una más de las infraestructuras que benefician tanto al interés general de Navarra como al de España, que, según ha comentado, son coincidentes.

Si hubiera una «falta de coordinación, de criterio o entendimiento» sobre lo que responde al interés general de Navarra y al de España, ha agregado, UPN entendería que tiene «capacidad de votar en virtud de su interpretación conforme a la posición que considere más oportuna».

UPN y PP, ha dicho Sanz, «nunca han tenido problemas» para cumplir los compromisos derivados del pacto y siempre han coincidido en la votación de los Presupuestos, lo que espera que se produzca en el futuro, porque «compartimos los mismos criterios». En este sentido, ha recordado que UPN siempre ha cumplido el pacto con el PP y pretende «seguir cumpliéndolo estrictamente».

Mariano Rajoy no estaba por la labor de hablar de este asunto, pese a que era obvio que su comparecencia con Sanz en Pamplona se iba a centrar en este tema. El mensaje del líder del PP fue que la «prioridad básica» es afrontar la crisis económica y «decirle a la gente la verdad» sobre el estado de la economía española y el origen de las dificultades que atraviesa, que, a su juicio, es la coyuntura internacional, pero también problemas de competitividad, déficit exterior y aumento de los precios.

Eludiendo en todo momento el grave conflicto surgido con UPN y tras ser desautorizado de manera clara por Miguel Sanz, Rajoy de ha dedicado a repetir las propuestas del PP en materia económica: que el gasto público no crezca más de un 2 por ciento y que el Impuesto de Sociedades se sitúe en el 20. Las medidas aplicadas por los socialistas son un «fracaso», dijo Rajoy, quien subrayó que la ayuda fiscal de 400 euros supuso un coste de 6.000 millones de euros, pero ha beneficiado sólo a «las personas con más recursos económicos».

Además, Rajoy, ofreció al Gobierno la colaboración del PP para salir de la crisis económica, y «no crear líos que no conducen a nada». «Si el señor Rodríguez Zapatero», añadió, «quiere seguir engañando o quiere seguir tomando medidas cosméticas, sacándose conejos de la chistera, o jugar a generar problemas, es su responsabilidad, pero desde luego nosotros vamos a cumplir con nuestra obligación».

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