(PD).- El etarra José Ignacio de Juana Chaos, excarcelado el pasado 3 de agosto, mantiene contactos regulares en Dublín y en Belfast con grupos disidentes del Ejército Republicano Irlandés (IRA) implicados en actividades delictivas, revelaron fuentes de los servicios de inteligencia de este país.
Desde su llegada a Irlanda el mismo día de su excarcelación, De Juana se ha reunido en varias ocasiones con representantes de organizaciones escindidas del ya inactivo IRA por su oposición al proceso de paz en Irlanda del Norte, agregaron.
A una de esas reuniones, indicaron las fuentes, asistió la compañera del etarra, Irati Aranzabal, quien también permanece en la isla desde que llegó al aeropuerto de Dublín el pasado 4 de septiembre. «La mujer llega hoy a Irlanda», avisaba un mensaje de móvil enviado por los agentes encargados del seguimiento de De Juana.
Desde el aeropuerto dublinés, la pareja tomó un autobús y se dirigió a Belfast, donde se reunió con «destacadas figuras» de organizaciones disidentes del IRA, explicaron las fuentes. «Parece que en casa (en España) ha quemado todos los puentes, y que está aquí para tratar con los tipos importantes y hacer algo de dinero», añadieron.
Todavía resulta confusa la naturaleza de esos tratos, pero los servicios secretos irlandeses creen que el etarra podría estar comunicando «su experiencia y conocimientos» a los disidentes del IRA. Prueba de ellos es que durante la reunión en Belfast, un momento de la conversación giró en torno a «dos detonadores», tal y como informó a sus superiores un agente presente en aquel encuentro.
Tres domicilios distintos
Tras la reunión, un mensaje de texto de móvil anunciaba que el agente infiltrado acababa «de ser retirado de la operación». Esto hizo que se perdiera la pista al etarra durante unos días, al no haber vuelto éste por el domicilio que facilitó cuando fue a renovar el pasaporte en Dublín el pasado 5 de septiembre: el número 15 de Abbeyfield del distrito dublinés de Killester 5.
Según los servicios de inteligencia, De Juana dispone desde hace semanas de otros dos domicilios: uno en la capital irlandesa, en el distrito de Dublín 13 (en la costa), y otro en Belfast. Los servicios secretos creen que el domicilio de Killester le ha servido al ex preso simplemente como una dirección donde recibir correspondencia o notificaciones.
«Un favor entre camaradas», dicen las fuentes, que no dan mayor importancia al hecho de que en esa modesta casa de una sola planta resida un destacado ex miembro del IRA, James Monaghan, y otras tres personas, una señora de mediana edad y dos adolescentes.
