(PD).- Para los analistas la 77 Asamblea de Interpol pasará a la historia porque el Vaticano se convierte en el miembro 187. Los delegados de alto nivel enviados por el Ministerio de Interior español a Rusia también la recordarán para siempre. ¿Qué hacía Telesforo Rubio, responsable de la Agregaduría de Interior de la Embajada española en Moscú, que no se acordó de preparar la llegada de la delegación? Este trabajo-premio -fue apartado por Marlaska de la investigación sobre el chivatazo a ETA– le reporta 24.000 euros al mes de sueldo. Como para olvidarse.
Hace una semana San Petersburgo acogió a decenas de expertos en Seguridad Internacional en la 77 Asamblea de Interpol. En la sesión intervino el primer ministro ruso, Vladímir Putin, además de otros mandatarios, que instó a «consolidar los esfuerzos de la comunidad mundial en la lucha contra los desafíos y amenazas comunes para los Estados y sus ciudadanos«.
Hasta allí llegó un grupo de representantes de alto nivel del Ministerio de Interior, que volaron desde Madrid. Pero cuál fue su sorpresa cuando a su llegada a suelo ruso ningún agente de seguridad había sido apercibido de que estaba previsto que altos funcionarios enviados por Rubalcaba aterrizaban en Rusia ese día a esa hora. ¿El responsable de preparar el recibimiento «diplomático»? El polémico Telesforo Rubio.
Telesforo Rubio fue protagonista de multitud de escándalos. Zapatero lo ascendió tras ganar las elecciones de 2004, donde jugó un papel fundamental en el caso del chivatazo a ETA en pleno proceso de paz. Tan es así que el juez Grande-Marlaska se vio en la obligación de apartado de la investigación porque, consideraba el magistrado, Telesforo Rubio estaba poniendo trabas a su trabajo.
Como premio, y tras ser solicitado por el policía, fue trasladado a la Agregaduría de Interior de la Embajada española en Moscú, un puesto más que bien pagado: su sueldo ronda los 24.000 euros.
Rubio fue el primer jefe de la Comisaría General de Información, dedicada a la lucha antiterrorista, del Gobierno Zapatero, y permaneció en el cargo hasta seis meses después de la llegada de Alfredo Pérez Rubalcaba al Ministerio del Interior, cuando unificó a la Policía y a la Guardia Civil y nombró a Mesquida mando único.
La polémica saltó a los periódicos cuando, dos meses antes de dejar la Comisaría General de Información, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska apartó a Telesforo Rubio de la investigación sobre una red de extorsión de ETA en el País Vasco y el sur de Francia por discrepancias en el modo de actuar.
Recordemos: Un miembro de aquella red de extorsión, Joseba Elosua, recibió el «chivatazo» de que si viajaba a Francia para entregar una suma procedente del «impuesto revolucionario» sería detenido por la Policía. Según confesó Elosua en una conversación grabada por la Policía, el individuo que le entregó el teléfono móvil por el que se le dio el aviso era un agente de las Fuerzas de Seguridad.
El juez Grande Marlaska decidió a finales de junio apartar a Telesforo Rubio de la investigación sobre la red de extorsión de ETA. Entonces se dijo que había «fuertes desavenencias» entre ambos. Después desveló El Mundo que el juez adoptó esta decisión cuando supo que el comisario general de Información tardó tres días en informarle de que se había producido un chivatazo a ETA.
Después de este escándalo el gobierno Zapatero no sólo no «castigó» al policía sino que le premió con un puestazo-chollo en Moscú. ¿Tan bien se lo está pasando Telesforo que hasta se olvida de una de las pocas obligaciones como es preparar la llegada de los altos funcionarios españoles? Y todo eso por el módico precio de 24.000 euros mensuales.
