(PD).- ETA desplegó durante el pasado mes de septiembre una intensa actividad en Francia, con el robo de, al menos, 19 automóviles, tres de los cuales fueron utilizados en los atentados perpetrados en Vitoria, Ondárroa y Santoña. Los expertos llaman la atención sobre este aumento de los movimientos de los pistoleros en el vecino país, lo que podría ser un indicio de que preparan campañas de atentados a corto o medio plazo.
Los coches robados son utilizados por los miembros de los distintos «aparatos» que tiene la banda y que mantienen sus infraestructuras clandestinas en Francia, en especial el «militar» y el «logístico», según publica Zuloaga en La Razón.
El manual de seguridad que se entrega a los futuros etarras durante su periodo de formación contiene instrucciones de cómo robar los coches según el modelo de que se trate. Sin embargo, de un tiempo a esta parte los terroristas han optado por un método más sencillo y seguro.
En la práctica totalidad de los casos, los coches fueron sustraídos con las llaves puestas. Este tipo de robo, que facilita la utilización del vehículo sin levantar sospechas, requiere de una vigilancia previa de un conductor que tenga por norma (más habitual de lo deseado) dejar el automóvil abierto y con las llaves en el contacto. Esta situación se suele dar habitualmente a las puertas del domicilio o del lugar de trabajo del dueño del coche. Los etarras no recorren muchos kilómetros sin cambiar las placas por otras «dobladas» correspondientes a otro vehículo de la misma marca, modelo y color, lo que, asimismo, dificulta su posterior localización por las Fuerzas de Seguridad.
