(PD)-. Vecinos de este madrileño barrio y la Plataforma por un centro para la Paz y la Memoria se concentraron para evitar que se pierda uno de los iconos del franquismo donde los que allí estuvieron encarcelados dicen que sus pasillos eran una escuela de democracia y punto de encuentro de antifranquistas.
Las labores de derribo calderaon los ánimos de algunos, que lanzaron insultos e incendiaron arbustos que rodean el recinto penitenciario. Al lugar acudieron agentes de la Policía Municipal y varias dotaciones de bomberos, que intervinieron para apagar el fuego.
Asociaciones vecinales y de ex presos políticos, el defensor del Pueblo, Enrique Múgica, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid se habían pronunciado a favor de la conservación de la cúpula para que albergara un Centro para la Paz y la Memoria.
«A juzgar por el ritmo de las obras, parece que Instituciones Penitenciarias tiene la intención de enterrar lo antes posible la historia del sufrimiento que representó la dictadura y quiere hacer callar las múltiples voces que se han levantado contra esta barbaridad histórica».
Este colectivo pretendía mantener la cúpula y otros elementos de la estructura central de la cárcel que permitieran la construcción de un centro para la paz y la memoria con el que recordar la represión que sufrieron los represaliados por dictadura franquista para que «la historia no vuelva a repetirse».