(PD).- En pleno conflicto lingüístico no pudo elegirse peor el pasado 16 de septiembre. Don Juan Carlos y Doña Sofía inauguraron hace mes y medio el curso escolar 2008/2009 en el instituto público Joan Ramis i Ramis de Mahón, en Menorca, un centro que excluye el español pese a que los padres de los alumnos lo reclaman.
Fue el Ministerio de Educación de Mercedes Cabrera el que eligió la comunidad autónoma y el Gobierno balear el que señaló el instituto de Enseñanza Secundaria y Bachillerato, además del colegio de Primaria que después bendijo la Casa Real para la visita de los Reyes, según publica El Semanal Digital.
Gran parte de los padres de alumnos del Joan Ramis i Ramis no aceptan que en el instituto no se imparta prácticamente ninguna asignatura en español. Lo mismo ocurre con los padres de los alumnos del colegio Mare de Déu de Gràcia, como informa el diario El Mundo, que no están de acuerdo en que el catalán sea la lengua vehicular de la enseñanza en Baleares y reclaman que el castellano vuelva a las aulas.
A todo ello fueron ajenos Don Juan Carlos y Doña Sofía mientras se fotografiaban en Mahón con los niños y sus profesores. El Rey pidió durante su discurso que «padres y madres, profesores y alumnos trabajen al unísono», mientras que la realidad es que el que puede, manda a su hijo a la Península para que estudie el bachillerato.
Pero lo cierto es que primero el presidente Antich, luego la ministra Cabrera y finalmente el error de Aza -porque nunca debió autorizar la iniciativa de inaugurar el curso en ese escenario- han colocado a Don Juan Carlos en un brete que debería subsanar para que nadie tuviera dudas de su rechazo a que el español se destierre de las aulas en Baleares, Cataluña, País Vasco y Galicia.
