Dos ideas clave: El PP se está acercando hacia el nacionalismo más intratable y la formación se halla inmersa ‘en un estado de confusión’. Esa es la conclusión a la que llega una de las publicaciones de la Fundación Faes, presidida por José María Aznar. Piedras desde el corazón del partido al «marianismo» de Rajoy.
Un artículo publicado por la Fundación Faes, que preside José María Aznar, critica la estrategia política de Mariano Rajoy al frente del PP. El autor del mismo, el profesor Miguel Ángel Quintanilla, afirma que el principal partido de la oposición se está acercando hacia «un nacionalismo más intratable que nunca».
Quintanilla escribe en «Cuadernos de pensamiento político» que el PP se «halla inmerso en un estado de confusión» y advierte del peligro de estar «perfectamente centrado y, sin embargo, derrotado», según informa la agencia «Efe». Añade que no es gratuito pensar que la actual dirección popular quiere modificar algunas de las principales ideas que han caracterizado al partido durante los últimos años para centrarlo y revisar su relación con los nacionalistas.
En su artículo titulado «Tras el 9-M: Perder y perderse», el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Murcia sostiene: «El mayor peligro es que en el esfuerzo por alcanzar el centro se incurra, sin querer, en los mismos errores que fueron causa de derrota». «Se puede ganar situado lejos del centro teórico, pero no se puede ganar sin dejar claro lo que se es», remacha. Quintanilla señala que los esfuerzos del PP por aproximarse al lugar en el que se sitúa la media ideológica del electorado, podrían constituir «un trabajo inútil».
Eso «parece más razonable cuando se trata de personas que acaban de conocerse que cuando se refiere a partidos que llevan décadas dejando testimonio de lo que piensan». «Bien es cierto que el cambio operado en el PP puede desmentir la idea de que «ya nos conocemos todos» porque para muchos se trata de un PP desconocido», subraya. El autor del artículo considera que la claridad del mensaje es una «condición necesaria para ganar cuando se es oposición», porque si no se percibe el beneficio de cambiar de Gobierno, el cambio «no se produce».
Para este profesor universitario, son cuestionables las opiniones favorables a que los populares deben revisar su relación con los partidos nacionalistas y que hay que hablar con todos antes de adoptar una postura.
El autor del artículo destaca que la victoria popular de 2000 fue «un premio a su constante resistencia razonada al nacionalismo por parte de un electorado harto de sus exigencias y convencido de que se podría terminar con ETA aplicando la ley y mejorando los medios policiales».
