(PD).- Otro facineroso al trullo. Mikel Garikoitz Aspiazu, alias «Txeroki«, el máximo responsable del aparato militar de ETA, ha sido detenido junto a una mujer por la policía judicial francesa en los Pirineos, al suroeste del país. La operación ha sido coordinada desde París con información de la Guardia Civil.
Tanto «Txeroki» como su acompañante, quien, a falta de confirmación de las huellas dactilares podría tratarse de Leire López Zurutuza, estaban dormidos e iban armados en el momento de la detención.
En ETA corre el escalafón y otro criminal ocupará en horas su puesto, pero lo ocurrido pone en evidencia que la banda se resquebraja y que la solución policial, desestimada durante muchos meses por el Gobierno Zapatero en aras de una ilusa negociaciñón, es la adecuada.
Agentes de la policía francesa y de la Guardia Civil han detenido esta madrugada en el sur de FAl etarra se le seguía la pista desde hace un mes. La detención se ha producido a las 3:30 horas de la madrugada del lunes en la localidad de Cauterets, cerca de Lourdes.
Agentes de una unidad especial de asalto de la policía han penetrado poco después de las tres de la mañana en una vivienda en la que se encontraban el dirigente etarra y una mujer, quien, a falta del cotejo de las huellas dactilares, podría tratarse de Leire López Zurutuza, nacida en 1977 en Beasain. Una vez en la vivienda, los agentes han procedido a su neutralización y arresto.
La pareja había alquilado un piso el jueves de la semana pasada, para pasar inadvertida. Según informa Ángeles Escrivá, Aitzol Iriondo, que ha estado facilitando los explosivos de los comandos y es todavía más duro que ‘Txeroki’ podría ser el nuevo encargado del aparato militar de la banda terrorista .
Las detenciones se han llevado a cabo con mandato de la juez encargada de los asuntos de ETA Laurence Levert. Garikoitz Aspiazu, ‘Txeroki’, era desde hace cinco años el jefe de los comandos de ETA y como tal responsable directo de organizar e impartir órdenes a las células terroristas.
Entre sus últimas acciones terroristas, el jefe militar de ETA se confesó autor material del asesinato de dos guardias civiles en la localidad francesa de Capbreton el 1 de diciembre de 2007.
Entre las órdenes impartidas están las de colocar el coche bomba en el aparcamiento de Barajas, el 30 de diciembre de 2006, que mató a dos personas y supuso la ruptura de la tregua. Miembros de de un comando de ETA en Pamplona detenidos por la Policía el pasado 28 de octubre declararon que ‘Txeroki’ les había confesado que había intervenido en el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton (Francia), el 1 de diciembre del pasado año, aunque los testigos del atentado no identificaron al dirigente etarra.
La operación llega poco después de la desarticulación del ‘comando Nafarroa’ el pasado 28 de octubre. El Ministerio del Interior dijo entonces en un comunicado que dicho ‘talde legal’ de ETA estaba perfectamente estructurado y listo para actuar en la Comunidad Foral de Navarra.
De hecho, el juez llegó a esta conclusión a partir de las vigilancias policiales realizadas a dos de los detenidos que «permitieron detectar un viaje a Francia (urbanización ‘Residence Lissardy’) para, al parecer, mantener una reunión con ‘Txeroki'».
Un historial de atentados
La ficha policial de la Ertzaintza indica que Garikoitz Aspiazu Rubina nació el 6 de julio de 1973, mide 1,85, es de complexión atlética, con pelo castaño y ojos marrones. Aspiazu, alias ‘Arrano’ y ‘Txeroki’, fue miembro del ‘Comando Vizcaya’ y participó, en el asesinato del juez Lidón y en varios atentados con bomba durante el tiempo en que formó parte de esta célula etarra, entre julio de 2001 y abril de 2002.
La vinculación de Aspiazu con las actividades de ETA comenzó después de la ruptura de la tregua del año 1999 ya que fue entonces cuando comenzó a colaborar con el ‘Comando Vizcaya’.
En el verano de 2001, Aspiazu, que utilizaba entonces el apodo de ‘Arrano‘, regresó como miembro ‘liberado’ de un nuevo ‘comando Vizcaya’, rebautizado como ‘Olaia‘ en recuerdo de la miembro de ETA Olaia Castresana fallecida el 24 de julio de ese mismo año al estallarle la bomba que manipulaba en un apartamento de la localidad alicantina de Torrevieja.
A este grupo de ‘liberados’ se le atribuye el asesinato del juez José María Lidón, ocurrido el 7 de noviembre de 2001 en la localidad vizcaína de Getxo. Las armas utilizadas en el crimen fueron localizadas un año más tarde en poder de los miembros de ETA fallecidos Hodei Galarraga y Egoitz Gurrutxaga.
Entre la lista de atentados que se les atribuyen se encuentra la bomba que hirió gravemente el dirigente de las Juventudes Socialistas Eduardo Madina, el 19 de febrero, y el que hirió a la concejal de Portugalete Esther Cabezudo, tres días más tarde. También se les imputa la colocación de un coche bomba en el centro de Bilbao, el 12 de enero, que causó heridas a once personas y provocó importantes daños materiales.
Piso en Amorebieta
Desde enero de 2002 hasta su vuelta a Francia a mediados de abril, ‘Arrano’ y sus compañeros estuvieron residiendo en un piso de Amorebieta, al tiempo que utilizaban una lonja alquilada en Galdácano para almacenar armas y explosivos.
El colaborador que había alquilado el piso de Amorebieta y que convivía con los ‘liberados’ en la vivienda declaró a la Ertzaintza tras su detención que «un día ‘Arrano’ llegó con una camiseta que había comprado del Athletic Club de Bilbao», días después explotó un coche bomba en la localidad de Bilbao, en la confluencia de las calles Alameda Mazarredo y Gran Vía.
Acabada la campaña de atentados en Vizcaya, el etarra volvió a Francia donde se perdió su pista. La captura de José Antonio Olarra Guridi y su lugarteniente, Ainhoa Múgica, en septiembre de 2002, la de Gorka Palacios Alday, en diciembre de 2003, y la de Ibón Fernández Iradi, ‘Susper’, también en diciembre del mismo año, dejaron el paso libre a Aspiazu para acceder a la dirección de los comandos de ETA.
