(PD).- Eran otros tiempos cuando los actores, cantantes, cineastas y demás titiriteros se echaban a la calle para gritar «No a la guerra». Pero desde que ZP llegó al poder sólo se les ha visto cuando «su» presidente se ha visto en apuros. ¿No están contra la guerra de Afganistán? ¿Y contra los bombardeos de Israel sobre Gaza? Espeso silencio. Como el del presidente que no hace tanto se anudaba el pañuelo palestino al cuello. ¿Se habrá rendido a la hoja de ruta de Bush? ¿Abandona las pancartas para acercarse a Obama?
La actitud del Gobierno de Zapatero ante el ataque de Israel contra Hamás en Gaza está sorprendiendo por su prudencia y tibieza verbal. Hasta Moratinos, que en un tiempo se dedicó a bailar la danza del vientre con los palestinos, guarda un mutismo espeso.
¿Qué está pasando para que la izquierda española dé síntomas de abandonar su rancio maniqueísmo en el conflicto de Oriente Medio y empiece a justificar, aunque sea con la boca pequeña, la política de defensa del Estado de Israel? ¿Por qué Zapatero ya no se anuda al cuello el pañuelo palestino? ¿Dónde han quedado aquellas manifestaciones entusiastas contra el imperialismo opresor que encarnaban Estados Unidos e Israel? ¿Qué sucede con el Sindicato de la Ceja, acaso está ahíto del turrón que este año ha llegado en abundancia, que ya no organiza festivales para los pobrecitos de Gaza?, se pregunta José Antonio Gundín en El Semanal Digital.
En este asunto, como en otros, Zapatero parece haber experimentado un giro más que notable en los últimos cinco años y ha pasado de una política propalestina sin matices a un «descubrimiento» del Estado de Israel como muro de contención frente al terrorismo islamista. Durante 60 años, el pueblo israelí ha luchado prácticamente en solitario por su derecho a vivir, hostigado por todas las naciones vecinas y agredido sistemáticamente por las potencias musulmanas.
¿Y LOS TITIRITEROS?
Si clamoroso es el silencio de ZP, el que se anudaba el palestino al cuello, todavía chirría más la actitud de los titiriteros subvencionados. No salieron a la calle tras los asesinatos de ETA, salvo cuando ZP se vio en apuros porque su tregua con la banda terrorista saltó por los aires. Tampoco se les ha vuelto a ver para protestar por la guerra de Afganistán. ¿Y qué dijeron de los atentados de Bombay? Ni pío.
Tal y como recuerda Época, hace sólo dos semanas, un grupo de terroristas bien organizados sumía en el caos a Bombay, la capital financiera de la India. Dos hoteles de lujo, el Taj Majal y el Oberoi, eran escenario de los cruentos ataques. En el segundo se encontraba la presidenta de la Comunidad de Madrid, en visita oficial.
Esperanza Aguirre salió ilesa del atentado. Asustada por el tiroteo, se escondió tras el mostrador, y el personal del hotel, consciente de su cargo, consiguió sacarla de allí por las cocinas.
A los artistas no se les ha oído condenar los ataques de Bombay. Pero es que no sirven para apoyar su tesis de la Alianza de Civilizaciones.
¿Y qué ha dicho el conocido como sindicato de la ceja sobre los ataques de Israel a Gaza? ¿Les han llegado a todos las musas de sopetón y no les da ahora tiempo de meterse en política? ¡Ay, la musa subvencionada!
