(PD).- Las grandes empresas no tienen sentimientos, sino intereses. “Me lo habéis dado en el mejor momento”, dijo sincerándose Maleni. La ministra de Fomento dijo dándose palmadas en el hombro: “Están en buenas manos. Son más las dudas que nos crean. El sector está conforme con la ministra y con el Ministerio”. Fue justo después de recibir la Distinción Los caminos de Villuga, otorgada por las concesionarias de obra pública (Aerco) por su aportación a la excelencia en la obra civil.
La nefasta ministra recibió el galardón –una pieza de plata realizada por el artista Alberto Artaza- de manos de un viejo conocido: Javier Sáenz Cosculluela, ex ministro socialista de Obras Públicas y Urbanismo y ahora presidente de Aerco, según informa El Confidencial.
También asistieron otros nombres ilustres. Allí estaban David Taguas, presidente de Seopan y ex director de la Oficina Económica de Moncloa. Aerco explicó que el galardón no premia “el gesto oportuno o genial”, algo a veces “más valorado por los españoles”, sino la constancia y el sostenimiento del esfuerzo.
Y así, Maleni se sintió en su salsa y soltó: “Soy andaluza y trato de no perder no sólo la forma de hablar sino de ser, que es usar el humor” para afrontar problemas que son complejos, explicó.
“Cuido tanto el hablar que hablo peor. Si hablara como siempre hablo y no despacito, para no saltarme determinadas terminaciones –que me sigo saltando-, me costaría menos. Pienso más rápido de lo que estoy hablando y entonces se me va el hilo de la intervención”.