Carod se niega a decir lo que vale su embajada de Nueva York «para no regalar un titular a cierta prensa española»

(PD).- «Es de sentido común abrir una delegación pero no preguntar cuánto cuesta«, ha dicho Carod Rovira en Nueva York. «No quiero decir cuánto cuesta porque no quiero regalar un titular de cifras a cierta prensa española«. El vicepresidente del gobierno catalán no ha consentido hablar con los periodistas en castellano. Ha asegurado que abrir embajadas es una buena manera de paliar la crisis.

La embajada catalana, la cuarta que la Generalitat abre después de las de París, Berlín y Londres, se ubica en el edificio Rockefeller Center, en el corazón de Manhattan y comenzará a funcionar a partir del 15 de febrero, bajo la dirección de Davis y con nueve empleados.

«Es de sentido común que en un momento de crisis económica internacional sería un error replegarse y cerrarse sobre sí mismos».

Carod ha agregado que «no hay estados europeos que cierren embajadas, ni Francia, ni España, ni Italia… Lo que hacen es potenciar la presencia exterior para defender sus intereses«.

«Cataluña, en la medida de sus competencias hace exactamente lo mismo, por tanto, es de sentido común que Cataluña utilice los instrumentos legales que tiene a su disposición en defensa de sus intereses».

Carod Rovira ha señalado que «ese instrumento es el Estatuto de Autonomía de una comunidad autónoma del estado español, el único que habla de acción exterior y de la apertura de delegaciones en el exterior«.

Preguntado por la prensa sobre el presupuesto de esa delegación y la partida destinada al alquiler de la misma, el vicepresidente de la Generalitat catalana ha señalado que a «esta pregunta con mucho gusto la responderemos en otras circunstancias y espero que incidan en otras cosas«.

«Aquí hay otras oficinas y las de la delegación no se pagan sólo desde vicepresidencia, van a partes iguales en función de la presencia de los que hay».

«Lo que no queremos es convertir lo que es una noticia potente en la simplificación de decir lo que vale, porque cada vez que un estado europeo abre embajada, nadie le pregunta lo que vale, ni nadie pide cuanto cuestan las dependencias en Nueva York».

Ha insistido Carod en que «Cataluña no va a competir con ninguna otra administración o institución en Nueva York. La delegación del gobierno de Cataluña tiene las competencias que le corresponden y que establece al Estatut. Catalunya abre delegaciones, no abre otras cosas«.

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