(PD).- Menudo papelón. Aitor Zubillaga Zurutuza ha alegado que atacó la casa y el coche de un ertzaina porque su novia le había dejado y, muy deprimido, se le ocurrió atentar para impresionar a la que hasta entonces había sido su pareja. El dramón tenía un objetivo: eludir los 10 años de cárcel que le pedía la fiscal. Lo logró a medias, aunque no por el melodrama que relató al tribunal, sino porque el delito que reclamaba el Ministerio Público en su acusación provisional no estaba vigente cuando sucedieron los hechos.
Así pues, en su acusación definitiva, la fiscal Susana Landeras ha retirado el carácter de terrorista a los daños provocados y ha pedido cuatro años y nueve meses por el ataque y la tenencia de sustancias incendiarias, según indicaron fuentes judiciales, además de reclamar una multa y la prohibición de acercarse al domicilio del ertzaina durante cinco años, según publica El Mundo.
Zubillaga explicó a la Sala que en aquellas fechas -septiembre de 2000- él estaba muy deprimido porque su pareja le había dejado y tenía problemas con su familia y amigos, lo que, ha dicho, le llevó a intentar suicidarse.
Según relató su ex novia, un día después de encontrarse al acusado inconsciente en su casa (el 23 de octubre), halló en su habitación una carta -que entonces «no dudó» que era de Zubillaga- en la que, además de inculparse a sí mismo, acusaba a otros dos jóvenes de formar parte de Fuerza Joven de Legazpi y de haber llevado a cabo varios ataques de violencia callejera. El acusado declaró que «de haber escrito» esa misiva, lo que buscaba era aparentar «que era valiente» para así conseguir que su ex novia se arrepintiera de haberle dejado.
«Lo que pone en ella es por odio y por venganza».
Por su parte, la defensa ha pedido la absolución de Zubillaga al considerar que la euroorden por la que estaba reclamado era por un delito de terrorismo, y ha agregado que el acusado escribió la carta «con ánimos de venganza, de odio y de querer despedirse como un héroe».
