(PD).- Le ha salido el tiro por la culata. El responsable de comunicación del PP, Esteban González Pons, ha ganado un juicio a la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, por «intromisión al honor». De la Vega le llevó a los tribunales por haber asegurado durante la campaña de las últimas elecciones que se había empadronado en un “naranjal” de una localidad valenciana para poder «votarse a ella misma» ya que «es obvio para todo el mundo que no vive allí».
La sentencia absuelve a González Pons, demandado por la vicepresidenta el 15 de enero de 2008 por supuesta “intromisión en su derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen” por las críticas que hizo sobre su empadronamiento en Beneixida.
Pons aseguró entonces que De la Vega se había empadronado en un naranjal e insinuó que ella y su familia se habían beneficiado de la ley urbanística que tanto había criticado el PSOE. Por aquellas declaraciones, De la Vega reclamó una indemnización económica de un euro, y consideraba que habían atentado «seriamente contra su honor personal y familiar».