Pío Moa: «La Guerra Civil no la originó el Partido Comunista sino el PSOE»

Pío Moa
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Pío Moa es autor de libros como Mitos de la Guerra Civil o Falacias de la izquierda, silencios de la derecha. Franco para antifranquistas (editorial Altera), que sale ahora a la calle, aborda la figura del personaje en 36 preguntas y respuestas. Alfonso Basallo (La Nación) entrevista al que fue activista antifranquista en el GRAPO y evolucionó desde el marxismo-leninismo a posiciones liberales y conservadoras. Se ha dedicado al estudio y divulgación de la Historia reciente de España, con tesis políticamente incorrectas.

¿Qué tiene que ocurrir para que el juicio sobre Franco en la historiografía y en la opinión pública española sea más objetivo?

Que aparezcan más libros serios y divulgativos como Franco para antifranquistas. Hay mucha gente que piensa aproximadamente así, pero tiene pánico a expresarse. También hay una derecha antidemocrática que, como señala Ricardo de la Cierva, con su pueril exaltación de Franco daña más que otra cosa su figura.

No le perdonan que justifique vd. el golpe de 1936, y que alegue que no era contra la II República sino contra la deriva revolucionaria que había tomado

Pues tendrán que ir perdonando, porque los hechos son los hechos, y acaban de imponerse contra leyendas tan absurdas como la de que el gobierno del Frente Popular era legítimo y democrático. Hacen mucho ruido, pero son pocas nueces.

¿Qué clase de legitimidad tenía Franco?… admita que, prejuicios aparte, no es fácil justificar su régimen

Franco no venció a la democracia, sino a un proceso revolucionario; mantuvo a España al margen de la II Guerra Mundial, cosa que es difícil imaginar que hubiera podido hacer otro; derrotó al maquis, que fue un intento de reavivar la guerra civil; propició el mayor desarrollo económico y social que haya tenido España en siglos; creó una dictadura autoritaria, cosa inevitable dadas las circunstancias, pero no totalitaria; no tuvo verdadera oposición democrática, liberal o socialista, sino comunista y terrorista; dejó el terreno abonado para una democracia moderna, que ahora están corroyendo precisamente los antifranquistas. Todo eso debemos a Franco. No puedo imaginar una legitimidad mayor.

¿Es otro mito que Franco fuera mediocre -otro tipo de crítica cada vez más extendido entre la izquierda?

Debemos suponer que quienes hacen esa crítica son muy brillantes. Y sin embargo Franco los venció, militar y políticamente, una y otra vez durante cuarenta años. ¿Quiénes son los mediocres?

Sostiene vd. que la Transición no fue fruto de la oposición sino del Rey, Suárez, y Fernández Miranda, es decir que venía del corazón del Régimen. ¿Fue una perestroika a la española?

Por supuesto, vino del corazón de la dictadura. La oposición quería la ruptura, no la reforma, y enlazar con el Frente Popular, como ahora mismo. Y no tuvo nada que ver con la perestroika, que provenía de un régimen totalitario, no autoritario, sin clase empresarial ni tantas otras cosas. La perestroika pretendía mantener un comunismo más abierto, lo cual era buscar la cuadratura del círculo, y, claro está, fracasó. La reforma democrática franquista está en riesgo de fracasar, pero de momento ha resistido treinta años, aunque ahora sufra una involución antidemocrática, debido justamente al antifranquismo retrospectivo.

Al hablar de la oposición, vd. dice que sólo hubo verdadera por parte del PCE. ¿Qué le ha hecho a usted el PSOE?

El PSOE no me ha hecho nada personalmente y al franquismo tampoco le hizo nada políticamente. Quizá por eso, y por no conocer bien su historia, el rey Juan Carlos y tantos otros pensaron que era la alternativa ideal al PCE. Pero la Guerra Civil no la originó el PCE, sino el PSOE, y este es quien está echando abajo ahora el legado de la Transición.

¿Cómo cree que será recordado Franco en España dentro de 100 años?

Ni idea. Pero creo que dentro de muy pocos años el juicio sobre él cambiará radicalmente: los hechos son los hechos, y la democracia española no puede permitirse el falseamiento de sus propias raíces sin correr muy graves riesgos.

¿Por qué le tienen tanta inquina muchos progres, muchos opinadores y muchos historiadores? ¿Será porque no soportan que un activista antifranquista se niegue a hacer una lectura maniquea de Franco?

Yo luché contra Franco cuando la gran mayoría de ellos no lo hacía, ellos luchan ahora, cuando ya no hace falta. Pero por una parte a nadie le gusta que le echen por tierra unas creencias arraigadas, siempre hay una resistencia a abandonarlas aunque se demuestren falsas, eso creo que nos pasa a todos. Y por otra, mucha gente ha cimentado su fama, su carrera profesional, a veces hasta su fortuna, en versiones totalmente falseadas de la historia, y por tanto hay unos intereses creados que inspiran una oposición cerril, peticiones de censura, etc. Además, declarase antifranquista en estos años equivalía a una especie de licencia para mentir impunemente. Y ya es hora de que eso cambie.

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