(PD).- El duelo de las elecciones europeas del 7 de junio ya está servido. Se nos vienen encima tres largos meses de vida política contaminada por intereses electorales. En semejante teatro encaja la operación emprendida por Unión, Progreso y Democracia de alimentar las especulaciones sobre un fichaje de altura para acompañar a su candidato, el profesor Francisco Sosa Wagner.
Da igual cuántas veces se le pregunte, o cómo se le pregunte, la propia Rosa Díez ha dado ya muestras de no tener la menor intención de «reventar el globo» y dar a conocer a priori su lista al Parlamento Europeo. Y mucho menos, según ha constatado Garganta Profunda, está dispuesta a satisfacer la lógica curiosidad de la prensa de revelar si el ex secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo, se subirá al carro de UPyD en la inminente cita con las urnas.
«Ni confirmo ni desmiento», es lo más que se le ha llegado a arrancar entre sonrisas a la diputada, plenamente consciente de la presión desde que El Semanal Digital adelantase la reaparición en el panorama patrio de Fidalgo la semana pasada en el Club Siglo XXI para tomar «partido» por el candidato de Rosa Díez a las europea. Pero la lideresa del partido no piensa ceder ante ellas. Al menos por ahora, está decidida a mantener su boca sellada. Algunos dudan de que sea capaz de resistir al apremio mediático hasta el final.
Sea como fuere, el bloqueo impuesto no podrá ser eterno. Eso sí, el regusto, como el de un buen vino, que dejó el descorche de José María Fidalgo en la puesta de largo del proyecto de Sosa Wagner fue excelente y dio la impresión al personal de que estaba en un paso intermedio, una estación de tránsito, hacia algo que no está muy claro pero que puede tener que ver con su salto a la política. De modo que su presentación en el Club Siglo XXI pudo ser un primer paso, en espera de que se concreten nuevos horizontes.
Por si acaso, en el seno de UPyD advierten de que Fidalgo sólo ejerció como «amigo» de la formación, aunque sin descartar una mayor implicación durante la campaña electoral. ¿Y eso que significa? ¿Tan sólo una amistad? Lo cortés no quita lo valiente y, sin duda, la joven formación va a necesitar de todos los apoyos en una refriega que se presume encarnizada entre las dos grandes fuerzas políticas, PP y PSOE, fagocitando una tercera vía como la representada por Unión, Progreso y Democracia.
