(PD).- El Gobierno y sus propagandistas van a estirar la foto hasta el infinito. ZP va a verse con Barack Obama en la cumbre del G-20 en Londres. La pregunta surge inmediatamente: ¿se atreverá a volver a chulearse sobre «la solidez» de la economía española? Este mismo lunes el subgobernador del Banco de España, José Viñals, se empeñaba en reiterar esa supuesta solidez, a pesar de los pesares. El Gobierno ZP sigue en plan gallito mientras sale a rescatar con 9.000 millones de euros a una caja en bancarrota. Y lo que te rondaré.
Lo ha avisado Cristóbal Montoro: «Tenemos que advertir a la sociedad española que la intervención del Banco de España no será la última.» Caja Castilla-La Mancha ha recibido una inyección de 9.000 millones de euros para evitar la quiebra. El Gobierno asegura que es excepcional, ¿pero será la última intervención? ¿Cómo creer a ZP cuando tan sólo hace seis meses decía en Nueva York aquello de que «España quizá cuenta con el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional»?
Eran los últimos días de septiembre. El presidente del Gobierno español aprovechaba su visita a Nueva York, donde había acudido para participar en la reunión de Alto Nivel sobre Objetivos de Desarrollo del Milenio y de la Asamblea General de Naciones Unidas, para explicarle a empresarios estadounidenses la situación económica española.
«España recuperará pronto la senda de su crecimiento potencial», decía con su optimismo patológico Zapatero. Según el presidente, el crecimiento va a ser posible gracias, entre otros factores, a las cuentas públicas saneadas y a que «quizá cuenta con el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional».
Seis meses después de este mensaje, el Consejo de Ministros, se reúne de forma extraordinaria para aprobar un Real Decreto de Ley para la concesión de un aval, de hasta 9.000 millones de euros, con fondos del Tesoro para permitir al Banco de España financiar a Caja Castilla La Mancha (CCM).
BARREDA ESCONDE LA CABEZA DEBAJO DEL ALA
Ha sido la historia de una ruina anunciada. La intervención de Caja Castilla-La Mancha deja seriamente tocado al barón socialista José María Barreda, que como presidente del Gobierno regional ha sido más actor que testigo del cúmulo de despropósitos que desembocaron en lo inevitable. ¿Y qué tiene que decir José Bono de este desastre?
Aun así, en su primera comparecencia pública tras la medida drástica -y después de entrevistarse con Pedro Solbes este mismo lunes por la mañana-, Barreda se resistió con uñas y dientes a admitir su parte de culpa con excusas de mal pagador y encendió el ventilador contra el Partido Popular y contra Unicaja, según publica El Semanal Digital.
«¿Hace el Gobierno regional algún tipo de autocrítica?», fue la pregunta prohibida que un periodista se atrevió a hacerle en mitad de la rueda de prensa. A la primera no hubo respuesta. A la segunda, ante la insistencia de su interlocutor, Barreda respondió que los miembros de su Ejecutivo siempre asumen «todas las responsabilidades que nos competen, pero las que nos competen».
Y a renglón seguido añadió quitándose el problema de encima que las competencias de los gobiernos regionales en las cajas están «muy limitadas» y se reducen a garantizar la transparencia de sus procesos electorales, a la obra social y a garantizar la «veracidad» de sus campañas de publicidad y promocionales.
«El Gobierno de Castilla-La Mancha jamás ha opinado ni ha intervenido en la gestión».
No opinan lo mismo los populares de la Comunidad. Su propia líder, María Dolores de Cospedal, recordó que es tarea del Gobierno regional la función de control e inspección de la Caja, y que por tanto el Ejecutivo socialista tiene mucho que aclarar. Tanto que la también secretaria general del PP exigió la creación de una comisión de investigación para que el PSOE asuma «su responsabilidad».
En cambio, el presidente de Castilla-La Mancha se blindó cargando contra la «campaña sistemática de descrédito, de acoso y derribo por parte de algunos sectores, alentando y propagando rumores sobre la solvencia de CCM». No quiso dar nombres por no colaborar «lo más mínimo ni a ellos ni en la ceremonia de confusión», pero se dio por hecho que se refería a los populares, cuyos nueve consejeros dimitieron de todos sus cargos en la Caja hace un mes y medio en protesta por el oscurantismo con el que se estaban llevando a cabo las negociaciones para su fusión con Unicaja.
Precisamente la caja andaluza fue la otra víctima de las andanadas del castellano-manchego en su esfuerzo por sacudirse toda culpa. A ésta la acusó de «pretensiones excesivas». El viernes, el presidente de Unicaja, Braudio Medel, no quiso aceptar la fusión a cambio de los 1.500 millones de euros que le ofreció el gobernador del Banco de España -pedía mucho más-, lo que ha enojado sobremanera a los socialistas castellano-manchegos. Un «desacuerdo en la cuantificación de la ayuda» que Barreda cifró en «más del doble de la estimación» que hizo la entidad presidida por Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
No sólo eso. El prolongado tira y afloja entre CCM y Unicaja ha provocado un serio rifirrafe entre el barón castellano-manchego y su homólogo andaluz, Manuel Chaves, que apoyaba las tesis de Medel en las negociaciones. De hecho, ambos presidentes hablaron por teléfono el domingo tras conocerse la noticia, según desveló el propio Barreda.
Además, según publica el portal Hispanidad,
CCM está pillada en operaciones inmobiliarias de promotores del presidente Barreda que no son liquidables. O mejor: sí son liquidables, pero no al valor de libros, sino con descuentos del 50%. Y con ese tipo de descuentos, la caja no tiene patrimonio neto negativo. Los libros hablan de solvencia. Pero los libros de CCM no se los cree nadie. Ni Ibercaja, ni Unicaja, ni siquiera el Banco de España. Por eso se dejan ese margen tan amplio. Por si acaso.
MENSAJE DE ZP SOBRE LA CUMBRE DEL G-20 DE LONDRES
