(PD).- La empresa a la que el partido liderado por Tomás Gómez encargó la reforma de las plantas segunda y cuarta del Palacio de la Prensa fue expedientada por la Inspección de Trabajo al contratar a trabajadores sin papeles. Nueva vuelta de tuerca a las obras que el Partido Socialista de Madrid está realizando en la que será su nueva sede en la Gran Vía.
La historia se remonta a 2007, la empresa Urbopama S. A. fue subcontratada por dos grandes constructoras para llevar a cabo trabajos en la M-30. Al parecer esta empresa hizo contratos a inmigrantes que presentaron una documentación falsa, según informa La Razón.
Los trabajadores denunciaron que les sometían a jornadas de trabajo de doce y catorce horas y que el pago de sus nóminas no se realizaba a tiempo. Fuentes consultadas confirmaron que esta empresa trabajó como subcontrata de dos importantes constructoras en las obras en sendos tramos del anillo de circunvalación de la capital, y ratificaron que Trabajo abrió un expediente a Urbopama S. A por estos hechos. Finalmente, la constructora fue expulsada de las obras de la M-30.
En el caso de la reforma del Palacio de la Prensa han estado trabajando hasta 60 empleados, según fuentes de la propia constructora, pese a que no tenían licencia y tampoco había un Plan de Riesgos Laborales que garantizase las condiciones óptimas de los empleados. Hasta el momento los sindicatos no se han pronunciado sobre las irregularidades de esta obra.
Los socialistas deberían haber tenido en cuenta estos antecedentes antes de encargar a esta empresa la reforma del Palacio de la Prensa aunque, como ha desvelado La Razón en la última semana, la relación de Urbopama con varios ayuntamientos socialistas no se ciñe únicamente a las obras ilegales de su nueva sede en el emblemático edificio de la plaza de Callao.
