(PD).- El morbo estaba servido. Mariano Rajoy y María San Gil en el mismo acto -que no juntos- por primera vez desde que ella abandonara la primera línea de la política porque, según dijo entonces, había perdido su confianza en el líder del PP.
La ocasión era la inauguración, este miércoles por la mañana, de un monumento de homenaje a las víctimas del terrorismo. Pero quienes buscaban la foto del reencuentro se quedaron con las ganas: no lo hubo. No llegaron a saludarse porque no se encontraron directamente, ésa fue la explicación oficial de los populares.
San Gil fue una de las primeras personas en llegar a la Universidad San Pablo-CEU en el Campus de Montepríncipe (Boadilla del Monte) para asistir a la misa en memoria de todas las víctimas del terrorismo que ofició el obispo de Getafe, Joaquín María López de Andújar. Rajoy entró poco antes de las doce del mediodía en el recinto y fue conducido por la organización a una sala de la Universidad.
La ex presidenta del PP vasco estaba en otra sala con víctimas del terrorismo y ambos no tuvieron entonces oportunidad de saludarse, aseguraron a Europa Press asistentes al acto. Después, y dado que la ubicación de todos los cargos políticos estaba cerrada de antemano, tampoco llegaron a cruzarse cuando se colocaron sobre la alfombra roja desde donde verían cómo se descubría el monumento La puerta del recuerdo.
Al término del acto, el presidente del PP abandonó el campus para asistir a un almuerzo organizado por la Asamblea General de la CEIM que presidían los Príncipes de Asturias, así que no se quedó al encuentro de jóvenes universitarios con las víctimas. San Gil sí que asistió y abandonó el campus a las dos de la tarde en compañía de Jaime Mayor Oreja.
Con quien sí tuvo la oportunidad de coincidir San Gil tras la inauguración del monumento a las víctimas fue con la diputada Rosa Díez. Ambas se fundieron en un efusivo abrazo -inmortalizado por las cámaras a falta del otro- y charlaron durante unos minutos. «Somos amigas. Me ha encantado verla, está muy bien. Es una mujer entera, está feliz y se le ve», declaró la líder de UPyD. También tuvo palabras de elogio para ella Mayor Oreja, que la definió como una «mujer admirable» que estuvo al frente del PP «en momentos muy difíciles».
