(PD).- Es la alianza de los idiotas o de los tontos útiles con los facinerosos, para ser más precisos. Representantes de Batasuna y de las dos formaciones castellanas que sustentan la coalición Iniciativa Internacionalista-La Izquierda de los Pueblos, esto es Izquierda Castellana y Comuneros, se reunen en secreto para diseñar su estrategia en el caso de obtener un eurodiputado en las elecciones al Parlamento Europeo.
Revelan J. Pagola y D. Martínez en ABC que en el transcurso de esas reuniones se buscó unos cabezas de lista que de antemano despertaran la simpatía de la «izquierda abertzale», sin ser militantes activos de ella, y, además, que tuvieran carisma en la extrema izquierda del conjunto de España.
El dramaturgo Alfonso Sastre, la abogada Doris Benegas y la comunista Ángeles Maestro reunían sin duda ese perfil.
Uno de los hombres claves en esta estrategia es Francisco Javier Belarra Laguera, ex candidato de EH y ANV en las municipales de 1998 y 2007. Sus vinculaciones familiares con una activista de los Grapo que cumplió condena podría haberle facilitado sus buenas relaciones con la extrema izquierda del conjunto de España. Desempeña también un papel importante el matemático Carlo Frabetti, colaborador habitual de «Gara».
Con todo, a los proetarras no les ha resultado difícil mantener este tipo de encuentros con la izquierda castellana, ya que desde hace tiempo existe una comunicación fluida, un estrecho vínculo de colaboración y complicidad.
La número dos de la candidatura, Doris Benegas, y la cinco, Ángeles Maestro, han participado en numerosos actos organizados por Batasuna, como el celebrado en 2004 en Madrid para presentar la oferta de Anoeta diseñada por ETA como «hoja de ruta» para la negociación con el Gobierno.
Benegas fue la protagonista estelar de un mitin que Herri Batasuna celebró en 1984 en el velódromo de Anoeta, en el que fueron continuos los gritos a favor de ETA mientras encapuchados quemaban la bandera de España.
El secretario general de Izquierda Castellana, Luis Nicanor Ocampo Pereira, ha confraternizado con HB desde su nacimiento. El secretario de finanzas de Comuneros, Víctor Sánchez, ha participado en un sinfín de actos de Segi, el último, la «gazte martxa» celebrada hace escasas semanas.
Una prueba de esta complicidad queda certificada en el documento que Izquierda Castellana elaboró en noviembre de 2007 para calificar la detención de los cabecillas de Batasuna como «un gravísimo ataque» y «un intento de acallar la voz de aquellos portavoces de la Izquierda Abertzale que precisamente más se habían destacado en los últimos años por defender una solución política y dialogada al conflicto vasco».
El manifiesto iba acompañado de la convocatoria de un acto para exigir la libertad de los batasunos, entre cuyos participantes figuraba el ex secretario general de HASI Txomin Ziloaga, a quien se le presentaba como «ex preso político vasco».
Reuniones de batasunos
Tras los encuentros con los dirigentes de Iniciativa Internacionalista-La Izquierda de los Pueblos, responsables locales de Batasuna mantienen reuniones para elaborar las consignas que posteriormente trasladen a los «batasunkides». Una de estas reuniones tuvo lugar el pasado 23 de abril en un local que la «izquierda abertzale» tiene a su disposición en el barrio de La Chantrea, en Pamplona.
Batasuna tiene previsto, si se cumple su guión, aplazar la solicitud del voto abertzale para Iniciativa Internacionalista-La Izquierda de los Pueblos hasta que concluya el plazo legal para la impugnación de candidaturas.
La coalición proetarra quiere evitar los motivos por los que la Justicia ha neutralizado las listas trampa que quiso colar en ocasiones anteriores: listas contaminadas por la presencia abusiva de proetarras y precipitación a la hora de solicitar el voto para sus marcas electorales.
Por este motivo, tampoco transmitirá a sus bases la consigna de que vote a esta coalición de extrema izquierda hasta una vez iniciada la campaña electoral, el próximo 22 de mayo.
Después del revés parcial sufrido en las elecciones municipales de 2007, cuando ANV sólo pudo presentar la mitad de las candidaturas, entre las que no estaba la del Parlamento de Navarra, clave para los intereses de ETA, y tras el fracaso total que supuso no poder presentar listas para el Parlamento vasco, Batasuna tomaría unas dosis de oxígeno si ahora pudiera irrumpir con trampas en la Eurocámara.
Y no sólo porque encontraría en Estrasburgo un altavoz para sus reivindicaciones, sino también porque podía reanimar a su militancia con el mensaje de que, pese a «la maquinaria represiva» del Estado, la «izquierda abertzale» ha superado la «política de ilegalizaciones».