(PD).- A menos de un mes para que se celebren las elecciones al Parlamento europeo, la carrera entre Partido Socialista y Partido Popular no sólo por tener más o menos eurodiputados, sino por asestar un duro golpe moral a su contrincante, está ajustada. Pero es Mayor Oreja el que lleva ventaja en ese estrecho margen que se refleja en el número de escaños.
El desgaste del Gobierno y del PSOE por la crisis y el superlativo índice de desempleo llevaría, de celebrarse hoy las elecciones, a que sus votantes se quedaran en mayor medida que los de su rival en casa, y a que parte de éstos decidiera dar un voto de confianza a los de Mariano Rajoy.
Así, de los dos puntos y medio de diferencia que los de Zapatero sacaron al PP en 2004 pasaríamos a la situación inversa, elevándose estos últimos sobre los primeros casi un tres por ciento. Esto, en número de votos se traduce en casi medio millón de sufragios: 5.984.000 para los socialistas por 6.408.000 para los populares, según la encuesta de NC Report para La Razón.
Crece la abstención
Uno de los datos más significativos de la encuesta es que la abstención se elevaría por encima del 57 por ciento, mientras que en la anterior cita europea no llegaba al 55 por ciento, una cifra ya de por sí alta. A este porcentaje de personas que se quedarían en casa el 7 de junio contribuiría principalmente el PSOE, que aportaría el 45 por ciento de los que se abstendrían, mientras que los votantes populares sólo sumarían el 39,9 por ciento.
La tendencia se invierte al hablar de los nuevos votantes, aquellos que no tenían edad en 2004 para votar o los que prefirieron no hacerlo entonces. Son más los nuevos electores que votarían al Partido Popular que los que lo harían al Socialista. En concreto, a los populares le apoyaría el 37,2 por ciento de estos nuevos votantes, mientras que al PSOE sólo lo haría el 32,6 por ciento.
