(PD).- Las medidas anunciadas por Zapatero en el debate sobre el estado de la Nación se quedan en papel mojado por la falta de apoyos y prefiere sacrificar sus propuestas a perder la mayoría en el Congreso. Si el Gobierno quiere cumplir sus promesas deberá elaborar proyectos de Ley.
El Congreso abordó este martes la segunda parte del debate sobre el estado de la nación, en la que se sometieron a votación las 90 propuestas de resolución presentadas por los distintos grupos parlamentarios.
Lo incierto del resultado antes de las votaciones quedaba patente en el hecho de que por primera vez en muchos años ninguna de las 90 propuestas está firmada por más de un grupo, lo que indica que todas y cada una de ellas tendrían que ser objeto de negociación para salir adelante.
Hasta las 20 horas del lunes, los grupos negociaron enmiendas a sus respectivas iniciativas con el objetivo de asegurarse el mínimo de 176 votos necesarios para aprobar cualquier propuesta. La Mesa del Congreso decidió que, a diferencia de lo ocurrido otros años, las propuestas no pudieran ser votadas por puntos, de manera que quien apoyara una iniciativa deberá votar a favor de todo su texto y no solo a algunas partes
Con estos mimbres era difícil que el PSOE pudiera recibir el respaldo parlamentario necesario para aprobar el aluvión de medidas que anunció en el debate sobre el estado de la Nación, ni siquiera para su propuesta “estrella”: el recorte de las deducciones fiscales por vivienda a partir de 2011 para las rentas superiores a 24.000 euros anuales.
Así, tras la votación (y para poder tener mayoría) las deducciones ya no se cuantifican y el texto sólo establece la propuesta genérica de su supresión. Y lo mismo para la rebaja del Impuesto de Sociedades a algunas pymes (las que no ganen dinero a condición de no despedir empleados): ya no se sabe cuánto tiempo estaría en vigor la reducción fiscal ni el porcentaje de la rebaja.
En cuanto a las ayudas para la compra de coches, también quedan sin concretar, así como el plan de reparto de ordenadores portátiles para los niños que, supuestamente, se pagarían con el dinero de todos los contribuyentes.
En clave política, el PSOE ha tenido que rebajar sus pretensiones iniciales para lograr el mínimo apoyo de los diputados no socialistas. PP, CiU y PNV se han enfrentado al partido del Gobierno, unas críticas a las que se han sumado los independentistas catalanes de ERC.
Los grupos parlamentarios de la oposición, encabezados por el PP, han criticado hoy el afán del PSOE por buscar los apoyos mínimos necesarios para sacar adelante sus propuestas sin esforzarse por alcanzar acuerdos más amplios, especialmente en lo relativo a las medidas contra la crisis.
En la discusión en el pleno del Congreso sobre las propuestas de resolución del debate sobre el estado de la nación, el PSOE se ha defendido arremetiendo contra el PP y reiterando la disposición del Gobierno al máximo consenso para salir de la crisis.
De este modo, el secretario general del grupo socialista, Ramón Jáuregui, ha garantizado que el Gobierno tiene la «mano tendida» e incluso ha ofrecido negociar la mayoría de las propuestas durante la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2010.
