La extraña exégesis de una clara victoria

La extraña exégesis de una clara victoria

(PD).- El hecho objetivo es que el Partido Popular ha sacado los mejores resultados, en proporción de voto, de toda su historia en unas europeas. Un 42,25 % de los sufragios se los merendó Rajoy. Lo más sorprendente está resultando ver a los analistas más afines a este partido haciendo malabares para no darle una palmada en el hombro al líder de la derecha. El PSOE pierde votos a chorros y el PP sigue un camino ascendente imparable. La estrategia del congreso de Valencia está demostrándose acertada. Los críticos se comen las uñas e insisten en que «Rajoy no tiene tirón».

Según escribe Santiago González en su blog de elmundo.es, «una vez pasadas las elecciones europeas y a la vista de los análisis que circulan por los medios, cabe deducir que las personas de derechas se pueden clasificar en dos grandes grupos, a saber: los que están que se salen de contentos por la victoria de su partido, especie Rajoy y afines, y los que se han entristecido por el hecho de que el PP ha ganado, pero poco«.

Un ejemplo de uno de estos críticos es Luis María Anson. Escribe este martes en El Mundo:

«No quiero aguar la fiesta al PP ni desaromar el incienso que Soraya y Dolores queman en loor de Rajoy en el botafumeiro catedralicio. Los populares, en efecto, han ganado con claridad las elecciones europeas, pero si hubiera que gobernar con el miniparlamento de 50 escaños por el pueblo elegido, Zapatero se alzaría con el santo y la limosna».

«El actual líder popular fue un ministro diez. Es un formidable gestor y sería un magnífico presidente del Gobierno. Hay que reconocerlo así. Pero es sólo un mediocre candidato. No parece probable que en el futuro le pongan las cosas al PP tan fáciles como en esta ocasión. Igual que en el fútbol, no se puede perdonar al rival ganando por la mínima cuando la goleada estaba cantada».

Y concluye:

«Pero el presidente ha salido vivo del envite europeo y Rajoy ha sido incapaz de sacarle los ocho puntos de ventaja que exigía Esperanza Aguirre. Aznar se encaramó en las europeas de 1994 con nueve puntos más que el PSOE. La moción de censura, las elecciones anticipadas, la fractura interna del socialismo, todo eso ha quedado en palabras que se lleva el viento. Se ha desaprovechado la gran ocasión y en Génova lo saben. El socialismo europeo se ha descalabrado con estrépito. En España sobrevive porque un sector de la oposición es una empanada gallega pinchada en un falcon».

De la misma manera, el editorial el diario de Pedrojota Ramírez analizaba así los resultados el lunes:

«El PP no logra, sin embargo, reeditar su gran victoria de las europeas de 1994 cuando Aznar derrotó por casi 10 puntos a Felipe González, lo que le llevó en volandas dos años después al apurado triunfo de 1996».

De la misma forma, el analista Graciano Palomo opina para Periodista Digital que «Mariano Rajoy no tiene tirón, y eso lo reconoce hasta él mismo».

«Era la gran oportunidad para la derecha española de homologarse con la derecha europea y dar un revolcón al socialismo. Se ha quedado a medias. Y lo peor es que no va a tener otra oportunidad como ésta».

Palomo achaca la victoria del Partido Popular a las graves cifras de parados: «Eso es evidente». Y no reconoce mérito a Mariano Rajoy:

«Si hubiera al frente de la derecha española un líder con más tirón, el resultado hubiera sido de escándolo. Como ha ocurrido en otros países como Alemania. Es que es evidente que no tiene tirón, lo reconoce todo el mundo, hasta él mismo».

El mismo argumento al que se agarra Federico Jiménez Losantos desde los micrófonos de la Cope:

“Mariano, el PP con estos resultados por supuesto que pierde las generales ante Zapatero. Estos resultados hacen técnicamente imposible que el PP eche a Zapatero. Imposible. Es que, ha perdido 700.000 votos el PSOE. ¿Y cuantos han ido al PP? 200.000. Si tu no consigues morder ni siquiera en los que huyen del PSOE por la crisis económica (…) si ahí no trituras al Gobierno, cuando el socialismo se ha hundido en toda Europa, pues ya me contarás.”

Desde la izquierda, los análisis se separan entre los que reconocen el mérito de Rajoy por ganar a Zapatero y avisan al presidente del Gobierno de que es hora de ponerse las pilas y los que consideran, ridículamente, que es pura estrategia diseñada por el PSOE para que Mariano Rajoy consiga afianzarse para que en las generales Zapatero le dé un buen revolcón. O sea, que el PSOE se habría dejado ganar.

Pero, los hechos -tal y como recuerda Santiago González– cantan.

«Dos datos: nunca antes había sacado el PP el 42,25% de los votos en unas europeas. Nunca antes había sacado el PP un porcentaje de votos mayor que la suma del PSOE e Izquierda Unida. No va más, señoras y señores. Hagan sumas».

Elecciones de 1989:

PP: 21,41% Coalición imaginaria de la izquierda: 45,63 (PSOE: 39,57%, IU: 6,06%)

Elecciones de 1994:

PP: 40,1% C.I.I.: 44,23% (PSOE: 30,79, IU: 13,44)

Elecciones de 1999:

PP: 39,74% C.I.I.: 41,10% (PSOE: 35,33%, IU:5,77%)

Elecciones de 2004:

PP: 41,3% C.I.I.:47,4% (PSOE: 43,3%, IU: 4,1%)

Elecciones de 2009:

PP: 42,25 C.I.I.: 42,23% (PSOE: 38,50%, IU: 3,73%)

Tal y como se plantea González:

«¿Y si Zapatero les ganara porque sabe interpretar mejor los hechos?»

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