La jugarreta de Rubalcaba a De la Vega

La jugarreta de Rubalcaba a De la Vega

(PD).- «Un fallo técnico que ha sido subsanado rápidamente». De esta forma ponía fin pasado la Junta Electoral de Valencia al rocambolesco caso de los votos socialistas fantasma en Beneixida, la localidad donde está empadronada y votó María Teresa Fernández de la Vega. Pero la historia tiene más calado.

Según el recuento publicado por el Ministerio del Interior el PSOE no había obtenido el 7-J ni un solo voto. Cosa rara teniendo en cuenta que allí ejerció su derecho la vicepresidenta primera. Todo apuntaba a un error al transferir la información de la única mesa electoral del pueblo al Centro de Recogida de Información de la Subdelegación del Gobierno en Valencia: los votos socialistas fueron a parar al Partido Obrero Socialista Internacionalista (POSI).

La Junta Electoral determinó finalmente que los famosos 215 votos eran del PSOE y no del POSI, y que por tanto la lista socialista ganó las elecciones europeas en el municipio que tantos quebraderos de cabeza le ha dado a Fernández de la Vega por su empadronamiento tardío y su supuesto voto fraudulento en las generales del año pasado. El PP, con 141, fue la segunda fuerza más votada.

Pero se da la circunstancia de que, cinco días después de que la rectificación se hiciera oficial, la página del Ministerio del Interior no había variado un ápice: este lunes a última hora de la noche, según constató este periódico, el POSI seguía apareciendo como vencedor de las europeas en Beneixida y el PSOE seguía figurando en los últimos puestos del recuento con ese hiriente doble cero: 0 votos y 0% de porcentaje de voto, tal y como informa El Semanal Digital.

Dicen las malas lenguas que Alfredo Pérez Rubalcaba y María Teresa Fernández de la Vega han tenido algún que otro roce, pero de ahí a que el ministro del Interior le clave aposta un rejón de este calibre… Como lo de la presunción de inocencia es un derecho constitucional, es más clemente pensar que se trata de un despiste del Ministerio de Rubalcaba. De los gordos, eso sí, teniendo en cuenta que la damnificada es la número dos del Gobierno y que ya han pasado muchos días.

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