(PD).- Desde que Alberto Saiz llegó a la dirección del Centro Nacional de Inteligencia, en abril de 2004, ha destituido a más de una treintena de jefes y directivos, la mayor parte relacionada con la lucha antiterrorista. Sin embargo, ha contratado, según las denuncias internas, a un grupo de personas con las que le unen lazos familiares o de amistad. Lo primero es la familia.
En definitiva, tal y como informa Antonio Rubio en El Mundo, en este grupo de personas beneficiadas se encuentran tres sobrinos del jefe de los servicios secretos, dos hijos de amigos y la hija de uno de los dos magistrados del Supremo que en la actualidad se encargan del control judicial de las actuaciones que pueden afectar a los derechos fundamentales.
Esta información publicada este jueves se suma a otras denuncias de directivos y agentes que les viene contando el periódico de Pedrojota Ramírez. El martes se recogieron aquellas relacionadas con la caza y la pesca en países exóticos a cargo del CNI y el miércoles las vinculadas al uso del Centro Nacional de Inteligencia para fines privados, como cuando dio la orden a unos agentes de limpiar su piscina con gafas de buceo o el ‘pinchazo’ de un teléfono para espiar a la asistenta de un amigo.
