El PSOE y su timba parlamentaria

El PSOE y su timba parlamentaria

(PD).- No estaban discutiendo de principios, sino de precios. Una de las decisiones más fundamentales de la gobernanza pública, la del marco fiscal, depende en España sólo de meras contrapartidas parlamentarias, de pura mercadería política.

El tipo que dijo que bajar los impuestos era de izquierdas estaba ayer dispuesto a subirlos a las dos de la tarde, y a las seis ya no le parecía necesario porque los esquivos diputados de Izquierda Unida, que ocupan la friolera de dos escaños, no le garantizaban el cambalache que con ellos estaba preparando, mientras que los nacionalistas catalanes le prestaban sus diez votos… ¡a cambio de mantenerlo todo igual!

Subraya Ignacio Camacho en ABC que, por unos votos de más o de menos, el presidente estira o encoge criterios esenciales de la acción de gobierno con una elástica, asombrosa relatividad, estando por medio el esfuerzo de muchos millones de españoles a los que no les llega el resuello en medio de este tira y afloja con que se maneja su dinero.

Esto sí que es claridad de ideas, motivación sólida, política de palabra y firmeza de fundamentos.

Es la política del «como sea», la única que Zapatero es capaz de mantener sin alteraciones a lo largo del tiempo: sólo es coherente en la falta de coherencia.

El Gobierno necesita pasta urgente para sufragar el disparado subsidio de desempleo, para subir el sueldo a los funcionarios, para repartir el maná de la financiación de las autonomías con sus televisiones de cámara, sus políticas lingüísticas y sus cohortes de altos cargos, para rescatar cajas de ahorros en quiebra por la incompetencia de los politiquillos que jugaban a magnates financieros.

Y va a ir a buscar esos fondos en el fondo de nuestros bolsillos, de una manera o de otra. Este martes le interesaba aprobar un aumento del techo de gasto, y lo asombroso es que para lograrlo le daba igual que fuese a cambio de subir los impuestos o de lo contrario. Cara o cruz. Salió cara en la tómbola, pero no hay que entregarse al optimismo; más pronto que tarde volverá a cambiar de idea según necesite salir del paso.

Ha sido uno de los más obscenos espectáculos de irresponsabilidad que se han visto en nuestra política reciente. Con la consistencia cromática de un camaleón, Zapatero convirtió un asunto extremadamente serio -quizás el más serio de todos, porque afecta al dinero de los contribuyentes- en un vulgar tejemaneje de pasillo, en un frívolo toma y daca en el que a una determinada hora el Gobierno iba a subir el IRPF y a quitar la desgravación por vivienda para acabar reculando apenas unas horas más tarde.

Cambió de criterio como el que se muda de corbata. Hasta ahora sabíamos de su legendaria capacidad para autodesmentirse, pero ayer se superó con creces a sí mismo: en un solo rato apostó y retiró miles de millones de euros que no son suyos en el albur de una timba.

LA «REFORMA» FISCAL PINCHADA

– Deducciones IRPF. Mayor progresividad y elementos de redistribución, en especial las que tienen mayor impacto cuantitativo para el Estado, como la deducción por vivienda y la deducción de 400 euros.

– Ayudas por hijo. Introducir progresividad a la ayuda de 2.500 euros.

– Rentas altas. Modificar el gravamen en la imposición directa de los contribuyentes con mayores niveles de renta y patrimonio.

– Deportistas. Modificar el artículo 93 de la ley 35/2006 del IRPF para no residentes para evitar abusos manifiestos.

– Fiscalidad ambiental. Aplicación de los tributos que gravan la energía mediante la conversión de algunos tributos existentes o mediante la creación de nuevas figuras. Se modificará el impuesto sobre circulación de vehículos.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído