(PD).- La foto del diálogo social quedó enmarcada por una conversación entre ZP y Díaz Ferrán: «Os doy 48 horas. Si esto no evoluciona, actúo como Gobierno». Pero la frase no deja de ser una anécdota porque estos sindicatos no representan a los 4 millones de parados, este Gobierno sigue a lo suyo como si no hubiera crisis y los empresarios de la CEOE son lobbistas que van a estirar la mano. Una merienda entre personajes que encarnan a una nomenklatura que se tira de los pelos por seguir chupando de las tetas del Estado.
Zapatero sentó a un lado de la mesa a los sindicatos y en otro a la patronal -diálogo social-, para buscar un acuerdo que frene la sangría de parados. Y la tensión se palpó en el ambiente. Hasta el punto de que el presidente lanzó un ultimátum: «Os doy 48 horas. Si esto no evoluciona, actúo como Gobierno». En un momento de la conversación, ZP espetó a líder de los empresarios: «Gerardo, soy el presidente del Gobierno, que no se te olvide… Soy el presidente de todos los españoles, no sólo de los tuyos».
En el transcurso de la cena celebrada en La Moncloa, hasta en tres ocasiones el presidente del Gobierno le dijo a los máximos responsables de CEOE, Cepyme, CCOO y UGT que tenían hasta este sábado para dar una respuesta al documento del Gobierno.
Según el relato recabado por El Mundo tras consultar a tres de los asistentes a ese encuentro, la conclusión es que el Ejecutivo ha dicho basta a la negociación. Si no hay una aproximación esta semana, el diálogo social quedará roto y La Moncloa acometerá los cambios que considere oportunos en el mercado de trabajo a partir de septiembre.
Fueron los sindicatos los que abrieron el turno de intervenciones, Méndez primero, y Fernández Toxo, después. «Los sindicatos», explicó un alto funcionario, «demostraron tener más cuerda. Al menos están dispuestos a asumir algunas de las cosas planteadas por la otra parte».
La tensión de un encuentro que desde el principio no se presentaba precisamente cómodo se disparó al intervenir Díaz Ferrán.
Arrancó señalando que las diferencias eran «cuestión de matices», para, a continuación, advertir que la CEOE quitaría puntos enteros del último documento del Gobierno. «Eso no son matices», le rebatió Zapatero.
Toxo intercedió en la trifulca, pero para echar más leña al fuego. «Yo también hablo con empresarios y me dicen cosas que no son las que tú dices» sobre lo que hay que hacer en el mercado laboral.
Zapatero remató con otra sentencia: «Oye Gerardo, en este tema, ¿vas de empresario, o de algo más…?».
«Yo creía que venía a otra cosa», replicó en un momento de la velada Díaz Ferrán. «¿Qué te creías, que venías a una boda?», le soltó Cándido Méndez.
PROFUNDO MALESTAR
A su vez, el Gobierno no ocultó su «profundo malestar» con la CEOE al considerar que el documento remitido por la patronal para matizar el último borrador propuesto por el Ejecutivo no respeta las «líneas rojas» del diálogo social, como el «despido libre», y convocó a los agentes sociales a una nueva reunión el viernes por la tarde para que los empresarios expliquen «su cambio de actitud».
En un comunicado, el Ministerio de Trabajo precisó por una parte que el documento de la patronal le fue remitido a las 19.00 de la tarde, en lugar de a las 12.00 del mediodía, como estaba acordado, con lo que imposibilitó una reunión a lo largo del día. Además, argumentó que «lo que realmente ha causado un profundo malestar en el Gobierno es el contenido de la propuesta».
«No sólo no respeta las líneas rojas en las que se basaba todo el proceso de diálogo, sino que, por ejemplo, exige que los trabajadores no tengan posibilidad de defensa jurídica en caso de despido. Es decir, no sólo despido más barato, sino que despido libre».
En esta situación, el Gobierno convocó, poco antes de la diez, a sindicatos y a empresarios a una reunión el viernes por la tarde «en la que se intentará que los empresarios expliquen a que se debe su cambio de actitud, al exigir unas medidas que en ningún caso y por distintas razones, ni el Gobierno ni los sindicatos pueden admitir».
Asimismo, Trabajo explicó que el Presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, «fue incapaz de explicar» durante la cena celebrada el pasado miércoles en Moncloa las razones por las que no aceptaba el documento que habían consensuado ya sindicatos y Gobierno.
«Sin argumento alguno que ofrecer para justificar su negativa», los representantes de la CEOE se comprometieron a enviar un documento alternativo a los sindicatos y al Gobierno este jueves.
