ETA nunca había matado en Baleares

ETA nunca había matado en Baleares

(PD).- Hasta ahora, ETA nunca había conseguido matar en las Islas Baleares, único lugar donde, además, había intentado atentar en dos ocasiones contra el Rey. Además, se da la circunstancia de que se cumplen 18 años de la primera vez que la organización terrorista intentó asesinar en las islas.

En aquella ocasión, la banda terrorista ETA provocó dos explosiones e intentó una tercera que fue frustrada. Todas fueron atribuidas al etarra José Luis Urrusolo Sistiaga, que fue condenado por estos hechos a 41 años de cárcel en 2005 por la Audiencia Nacional.

ETA hizo estallar el 30 de julio de 1991 un coche-bomba en la proximidad de unas viviendas militares en la Porta des Camps, que produjo quemaduras a una mujer e importantes daños materiales. Una segunda explosión en la planta baja de un chalet en Palma, provocada por cuatro artefactos explosivos interconectados con una bombona de butano cada uno, provocó heridas a un alférez que había alquilado la vivienda.

La tercera acción de la que se responsabilizó a Urrusolo Sistiaga fue la colocación de un artefacto en el interior de un vehículo estacionado en la calle Misión de San Diego de la misma ciudad que pudo ser desactivado por los Tedax.

Intentos de matar al Rey

Las Islas Baleares fueron también el escenario escogido por los terroristas para matar al Rey don Juan Carlos en dos ocasiones, aunque en ambas no pudieron ejecutar sus planes.

El primer intento de regicidio fue en 1995. Juan José Rego Vidal, que ya había estado involucrado en una operación dirigida contra el Monarca en 1978, fue detenido el 9 de agosto de ese año por pretender atentar contra el Rey.

Rego Vidal fue detenido junto a Iñaki Rego Sebastián y Jorge García Sertucha. Los terroristas pensaban disparar con un fusil de alta precisión contra el Rey desde una terraza cuando el monarca se encontrara a bordo del yate Fortuna. En caso de que fallara el atentado contra el monarca, tenían en el punto de mira al Príncipe de Asturias y en su defecto al presidente del PP, José María Aznar.

El segundo intento de acabar con la vida del monarca estaba planeado para la Semana Santa de 2004. En esa ocasión era Javier Pérez Aldunate el encargado de acabar con la vida del Rey, aunque finalmente no pudo atentar porque supuestamente no recibió a tiempo el rifle con el que planeaba dispararle.

El etarra fue condenado por la Audiencia Nacional en 2006 a 35 años de cárcel por varios delitos, entre ellos recabar información para matar a don Juan Carlos.

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